Aunque los precios suben casi a diario, y el salario o pensiones sigue sin alcanzar para lo básico, el ministro de Economía y Planificación de Cuba, Alejandro Gil Fernández, aseguró que la inflación disminuye en la isla, al menos, en comparación con el 2022. ¿Qué creen los cubanos de a pie de esto?

Según sus precisiones, reportadas por el oficialismo, la inflación minorista en la isla se desaceleró en noviembre de 2023, al registrar un 2.29%, frente al 4.11% del mismo mes del año anterior.

Gil Fernández compartió en la red social X unos gráficos que muestran el índice, la variación mensual, la acumulada y la interanual de la inflación minorista.

«La inflación minorista en noviembre fue 2.29%. En noviembre 2022 había sido 4.11%. Con este resultado, se acumula en 2023 (enero-noviembre) un índice de inflación minorista de 27.03% y un índice interanual (nov23/nov22) de 31.78%», detalló.

¿La inflación baja en Cuba? ¿Qué dice el cubano de a pie?

El funcionario cubano reconoció que la diferencia entre los precios, los salarios, las pensiones y los ingresos en general derivados del trabajo sigue siendo uno de los principales problemas pendientes para su gestión. ¿Casi nada verdad? Según Gil, esto se debe solucionar con “más producción, eficiencia y control”.

«Aunque se desacelera la inflación. La diferencia entre precios- salarios-pensiones e ingresos en general, derivados del trabajo, sigue siendo uno de los principales problemas pendientes y que se debe solucionar con más producción, eficiencia y control», señaló en la antigua Twitter.

El Consejo de Ministros aprobó la semana pasada en sesión extraordinaria el informe sobre la ejecución estimada de la economía al cierre de 2023 y la propuesta de Plan de la Economía para 2024, así como el Anteproyecto de Presupuesto del Estado para el próximo año. Los detalles de los montos se conocerán el venidero 20 de diciembre.

Al respecto, en redes sociales algunos cubanos señalaron que la inflación sigue campeando en el mercado estatal e informal. “Los precios están por las nubes y los salarios no alcanzan para un trozo de carne, ni siquiera unos huevos. ¿Dónde viven esta gente?”, se preguntó una.