En este 2021 se ha agudizado la tendencia alcista de los precios en Cuba a partir de los resortes desatados por la unificación monetaria en el país, y los insuficientes niveles de oferta de aquellos productos de primera necesidad, sobre todo de los alimentos.

El diario oficialista Granma se ha referido hoy, a modo de comentario, a algunos de los precios con que se venden ciertos alimentos en el centro del país, y no precisamente en La Habana, donde los costos suelen ser todavía más altos.

A continuación, Directorio Cubano reproduce algunas de los ejemplos empleados por ese medio de prensa para ilustrarles, sobre todo a nuestros lectores del exterior del país, cuánto cuestan los alimentos en Cuba en los momentos actuales.

• 2 libras de tomates pequeños— $50.00 (Ciego de Ávila)
• Un racimo de plátano—$120.00 (en las inmediaciones de la Empresa Agropecuaria La Cuba y la Integral de Ciego de Ávila, emporios plataneros donde sería de suponer que tuvieran un precio menor).
• Un mazo de lechugas—$15.00
• Berenjenas—$15.00
• Una pata de ajo—$500.00 (en la Autopista Nacional entre Sancti Spíritus y Villa Clara
• Una cabeza de ajo—$9.00 (en Ciego de Ávila)
• Una piña—$40.00 (en Ciego, la conocida capital de la piña)

“Piden demasiado por la guayaba”, “muy caro el pepino” o “ni hablar de la cebolla blanca o de la libra de frijoles colorados que amenazan con alcanzar precios de bitcoin”, son otras de las valoraciones publicadas por el periódico Granma para ilustrar el alto costo de los alimentos hoy en Cuba.

Si bien el artículo culpa a los especuladores de estas tendencias alcistas en los productos agropecuarios, con anterioridad varios economistas cubanos se habían referido a los desencadenantes que tendría la unificación monetaria y cambiaria en el país, con la consiguiente devaluación de la moneda nacional, y el aumento de los salarios sin un crecimiento en los volúmenes de ofertas.

Aunque el país apuesta por topar los precios a los productos y servicios que ofertan los trabajadores por cuenta propia, no pocos consideran que se trata de una medida de poca eficacia.  Muchos de esos actores económicos, se ven obligados a aumentar los precios de los productos que ofertan debido a que ellos mismos se ven afectados por el aumento del costo de la vida en el país, las tarifas de la electricidad, el transporte, el gas y el agua, así como el resto de bienes, productos y materias primas en el país.

En enero de este propio año desde el periódico espirituano Escambray se ilustraba la situación reinante en esa central provincia. Allí los precios, no solo del sector no estatal, sino fundamentalmente del estado, se habían multiplicado “por seis y hasta por 10” con la tarea ordenamiento. Entre otros ejemplos se referían los siguientes:

• Un panqué—$30.00 (dulcería el Capuchino, donde antes se vendían a $5.00)
• Una libra de frijoles —$60.00
• Un aguacate—$50.00
• Una libra de bistec de cerdo—$90.00
• Una libra de lechuga—$15.00