“El próximo año reserva sorpresas”, así concluyó su más reciente análisis en el portal Cubahora el periodista especializado en temas económicos Ariel Terrero, un texto donde el también director del instituto internacional de periodismo José Martí, maneja como tesis que está cercano el día de la eliminación del CUC, o lo que es lo mismo, la unificación monetaria en Cuba.

Tras celebrar las nuevas medidas comerciales llevadas a cabo por el gobierno de la isla y medir su probable impacto en el escenario económico nacional, Terrero abunda en uno de los principales escollos con que estaría tropezando previsiblemente la nueva apertura al dólar:

“El nuevo frente comercial, sin embargo, puede tropezar con una de las debilidades pendientes de solución en el modelo económico cubano: la dualidad monetaria y cambiaria (…) El comercio en dólares sortearía este conflicto y sus consecuencias en un frente comercial estrecho, pero importante, con beneficios que pueden ser visibles en el corto plazo”, reflexiona el periodista.

Sin embargo, como otros muchos economistas han aseverado con anterioridad el hecho de tener una cadena de establecimientos que ahora mismo opere con dólares extranjeros lejos de simplificar el panorama cambiario cubano le añade mayores complejidades, algo que según Terrero han tenido muy en cuenta el gobierno, a la hora de acometer sus más recientes pasos.

“En el mediano plazo, esta operación amenaza con hacer más profundo el enredo monetario y sus consecuencias para el resto de la economía (…) Debe agregar, por tanto, mayor presión sobre la necesidad de unificación monetaria y cambiaria, declarado como lineamiento económico hace más de ocho años”, sostiene el periodista, una voz autorizada para el tratamiento de temas económicos dentro de la prensa oficial cubana.

La eliminación del CUC no cae de la luna, el gobierno cubano lo trazó como lineamiento en el último Congreso del Partido, y hasta se han dado pasos concretos para hacerlo una realidad. Recordemos que hace apenas unos años se autorizó la venta en pesos cubanos en las tiendas recaudadoras de divisa, como un importante anticipo no solo dentro del sistema de gestión de esas entidades, sino como un importante cambio en la psiquis del pueblo.

Sin embargo, pese al consenso existente en cuanto a la necesaria eliminación del CUC, se ha avanzado muy poco, y lo único innegable en este minuto es la pérdida de convertibilidad del CUC respecto al dólar, la falta de confianza por parte de un segmento cada vez mayor dentro de la población. Que hoy un USD se cotice en el mercado cambiario informal hasta en 1.20 CUC no solo habla de una revalorización del dólar en nuestro país, sino por consecuencia de una depreciación del Peso Cubano Convertible (CUC)

Aun cuando las autoridades cubanas nieguen rotundamente que se esté viviendo una nueva dolarización de la economía doméstica lo cierto es que , “sí se trata de un paso que forma parte de un paquete de medidas más amplio que estudia desde hace meses una comisión de expertos y ministerios múltiples”, reconoce el director del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

“La jugada más reciente evidencia, a mi juicio, la intención de las autoridades cubanas de darle continuidad con otras medidas, entre las cuales veo la demorada unificación monetaria y cambiaria como uno de los objetivos principales y de mayor urgencia”, sentenció el periodista en su análisis.

Contrario a la tesis de varios economistas cubanos que han visto en las últimas medidas un retroceso en cuanto a lo que plantea la eliminación del lastre de la dualidad monetaria, Ariel Terrero plantea todo lo contrario, y si lo hace en los medios de prensa oficiales quizás no esté tan lejos de la verdad:

“El último movimiento en este juego de ajedrez pareciera haber alejado la hora final del CUC y de la reforma monetaria. También lo indicaría la complejidad del escenario financiero nacional e internacional. Pero no creo que el gobierno desconozca los riesgos junto a los beneficios reales de la jugada”, y concluye su análisis con lo que pareciera ser una sentencia basada en la certeza:

“El próximo año reserva sorpresas”.