Cuba tiene una ponderosa tradición relacionada con el arte culinario. Para el cubano comer no es solo el momento de saciar una necesidad del cuerpo, si no que es, además, el resultado de todo un proceso artístico, en el que confluyen silos de costumbre heredadas de antepasados nativos y de los venidos de diversas partes del mundo.

Por eso, la cocina cubana se distingue en el mundo entero por sus platos sabrosos e inolvidables.  Nutritivos, aromáticos, y hermosos a la vista, los platos legendarios de Cuba son un regalo para el paladar de quien los degusta.

Estos son algunos de las tradiciones culinarias de Cuba, cuya principal riqueza es el conocimiento e siglos que las respalda:

Los tamales en su hoja: Hechos de maíz, contienen carne o empellas de cerdo, llevan manteca, necesitan un buen sofrito criollo. La preparación es exigente, pero el resultado es un plato exquisito. Una herencia de nuestros antepasados aborígenes, quienes basaron en el maíz algunos de sus mejores platos. También con maíz se hacen en Cuba: frituras, arroz con maíz, harina y postres como el atole.

El casabe: es una herencia también de nuestros ancestros nativos, los aborígenes. Se conoce también como tortilla caribeña, y está hecho sobre la base de la yuca. Muy nutritivo y dúctil, porque se acompaña al comer con casi cualquier cosa que desee el comensal, carnes asadas, fritas o estofadas, ensaladas de vegetales.

El café fuerte: esta es una tradición culinaria que no puede faltar en la mesa de Cuba. El café fuerte al culminar las comidas, después del postre; en el desayuno; o en las tardes. Se piensa que fue traído a Cuba como tradición con los emigrantes haitianos que se asentaron en la Isla. Venido de donde haya sido, hoy no puede faltar, dulce, fuerte, caliente.