El gobierno cubano ha decidido reducir los vuelos procedentes de Estados Unidos, Panamá, México y otros tres países a partir del 1 de enero. Pero, ¿cómo será la reducción? ¿solo se permitirá un vuelo diario? ¿es cierto que solo se venderán pasajes a quienes vayan a permanecer más de 10 días en la isla?

Desde el 1 de enero de 2021 se reducirán las operaciones aéreas entre Cuba y seis países de la región de las Américas que son considerados ahora mismo importantes emisores de casos positivos de covid-19. Las autoridades sanitarias de la isla, de conjunto con directivos de la Aeronáutica Civil han confirmado que se limitará el arribo de aeronaves provenientes de Estados Unidos, Panamá, México, Bahamas, Haití y República Dominicana.

Hasta la fecha no se ha explicado en detalles cómo será la anunciada reducción, aunque podría esperarse una significativa disminución en el número de vuelos a juzgar por los propios planteamientos de las autoridades cubanas, quienes a propósito de la medida aseguraron que se habilitarían nuevamente “vuelos humanitarios” y un tratamiento especial por parte de las aerolíneas para los pasajeros que como consecuencia quedaran “varados” en Cuba o en esos países.

Algunas agencias que gestionan vuelos desde Estados Unidos a Cuba radicadas en Miami, explicaron recientemente a condición de no ser identificadas, que posiblemente se limitarían las aerolíneas a realizar solo un vuelo chárter diario hasta La Habana. “También a las aerolíneas comerciales les redujeron la frecuencia”, aseguró un ejecutivo a El Nuevo Herald.

La fuente también aseguró que los precios de los boletos podrían encarecerse con la nueva limitación: “La disponibilidad de pasajes y los precios se verán afectados por esta medida. Los precios suben cuando no hay oferta. Es la ley del mercado”, enfatizó.

Sin embargo, otras versiones igual de extendidas apuntan a que las autoridades cubanas podrían limitar la entrada solamente a aquellos viajeros que vayan a permanecer pasar más de 10 días en la isla. De ser así las agencias solo podrían vender pasajes a esos clientes con estadías superiores, lo cual redundaría en una reducción de los vuelos.

De momento, aerolíneas como Southwest Airlines y American Airlines no han publicado ningún cambio respecto a sus frecuencias de viajes a la isla. En el caso de la última mantiene sus perspectivas de realizar un viaje diario entre el 1 y el 7 de enero, para luego aumentar sus operaciones a cuatro vuelos diarios del 7 de enero en adelante.

Según la explicación ofrecida por las autoridades cubanas la limitación de vuelos busca frenar el aumento de casos de coronavirus con fuente de infección en el extranjero y reducir por tanto la propagación de la enfermedad en el país. “Tan pronto la situación epidemiológica lo permita, se restablecerá gradualmente la frecuencia de vuelos”, indicaba la nota del MINSAP publicada este martes.

Cuba abrió sus aeropuertos tras un cierre de 8 meses con el objetivo preciso de atraer viajeros que le permitieran recaudar divisas en medio de una severa crisis económica cuya expresión más evidente a nivel social es el desabastecimiento generalizado y el encarecimiento de los bienes de primera necesidad.

En esas circunstancias es poco probable que el gobierno apueste por volver a un cierre total en momentos en que ha reducido drásticamente la captación de divisas desde actividades fundamentales como la explotación turística y la exportación de servicios médicos.

La maltrecha economía cubana necesita la inyección de dólares que deja cada cubanoamericano que visita a su familia en la isla, pero a la vez debe sopesar el riesgo epidemiológico que ello supone y los gastos que a mediano plazo supondría una crisis sanitaria.