La Cadena de Tiendas Caribe (otrora TRD) en Villa Clara, tras la indicación del gobierno cubano, para evitar acaparamientos y aglomeraciones a raíz de la pandemia, utilizó 57 puntos de venta en kioscos y otras tiendas, para vender un módulo de primera necesidad. 

La función es descentralizar lo más posible la venta de productos, según los funcionarios de la Isla. La decisión, a propuesta del subgrupo de Alimentos, permitió que en 28 puntos de venta de Santa Clara y en otros 29 del resto de los municipios de la provincia se adquiriera el módulo. 

El módulo contiene: aceite (1 pomo o 2 bolsas), jabón de tocador y de lavar (2 de cada tipo), detergente (hasta 2 kilogramos), pasta dental (1 tubo), desodorante y un paquete de papel higiénico. 

Asegurar que se llegara al unísono a tantos lugares exigió del esfuerzo de los trabajadores de dicha cadena y la distribución en horario nocturno de toda esa mercancía (con un monto 70 toneladas), en unos 35 vehículos.

Lay Montano Rodríguez, directiva del Departamento Comercial de la Cadena de Tiendas Caribe, dijo que se aplican soluciones similares con la venta de módulos de refresco, gelatina y otros pertrechos, para así aliviar la situación alimentaria de la población y evitar, hasta donde sea posible, las grandes aglomeraciones de personas.

“Todo lo que nos llega lo regulamos, en aras de enfrentar el acaparamiento por personas inescrupulosas y siempre tratamos de hacer una distribución lo más equitativa posible”, dijo Montano a Vanguardia. 

En la actualidad la cadena Caribe cuenta con más de 1920 puntos de venta en todo el país y tiene una vasta una experiencia en el sector de del comercio minorista con más de 20 años de funcionamiento. 

Desde el año 2016, se implementó una nueva aplicación para dispositivos móviles, que permite comprobar los precios en ambas monedas de los productos comercializados en las tiendas.

El software, nombrado como CheckProd, forma parte de las medidas que implementa la empresa para garantizar la protección al cliente ante cualquier duda sobre los precios. Así mismo, permite conocer las características de un producto determinado, sin tener que acudir a los dependientes o a los chequeadores de costos establecidos en las instalaciones comerciales. 

Esta iniciativa de módulos que ya empezó en Villa Clara se extenderá a toda la Isla. También con módulos de alimentos, sobre todo con refrescos.