La Aduana de la República de Cuba, ha reconocido públicamente este miércoles que algunos de sus funcionarios de la provincia de Camagüey actuaron de manera inapropiada y ocasionaron malestares y perjuicios innecesarios a un demandante. 

Al ciudadano Ernesto Zayas se le impuso una tasa impositiva inadecuada por un supuesto exceso de equipaje el 18 de diciembre de 2018, según narró el afectado a la sección Acuse de Recibo del periódico Juventud Rebelde.

Zayas, quien al parecer vive en la provincia de Sancti Spíritus regresaba de un viaje a Haití por en el aeropuerto de Camagüey, cuando se le impuso un impuesto de 1502 CUP, por seis kilogramos de más en su equipaje. 

Según cuenta, reclamó, pues se trataba de una laptop y algunos medicamentos que venían en su equipaje de mano, de modo que no procedía según él la penalización

Entonces fue cuando se acercó a una funcionaria que de manera descompuesta le indicó que fuera a declarar “porque si no iba a salir tarde de allí por las colas”.

Como Zayas no disponía de efectivo para pagar esa tasa, le ocuparon el aquellas pertenencias hasta que pudiera liquidar sus adeudos, pero gracias unas amistades logró pagar lo dispuesto por las autoridades, y justo un mes después viajó a Camagüey para hacer una denuncia formal ante la dirección territorial de la Aduana General de la República.

Luego de viajar cuatro veces sin ser debidamente atendido, ya en el mes de mayo de 2019 un funcionario de Atención a la Población le informó que habían aceptado su demanda, y que desde el 28 de enero de 2019, se había dictaminado por el Departamento de Procesos Aduaneros la existencia de un «error», por lo tanto se debía proceder a la devolución total del importe. 

Según publicó juventud Rebelde el 19 de junio la jefa de la Aduana en la provincia de Camagüey dio instrucciones para que se llevara a cabo la devolución del importe, sin embargo al demandante no se le informó y sólo pudo enterarse cuando volvió a viajar a Camagüey, el 23 de septiembre de 2019, momento en que se le extendió una copia de la directiva.

Según las propias palabras del afectado se sintió realmente sorprendido cuando el jefe del departamento de Atención a la Población le expresó de manera jocosa que ellos «eran buenos cobrando y malos pagando» y que la documentación que disponía el pago la habían enviado a principios de ese mismo mes.

Mileidis Sánchez Báez, jefa de la Aduana General de la República en Camagüey, escribió ahora al citado diario para reconocer que este caso “ha habido una inexcusable dilación en la respuesta y solución de un asunto que nació como resultado de una mala actuación de una oficial de la Aduana de Camagüey”.

En sus disculpas al afectado dejó claro que colaborarían con él para indemnizar los perjuicios causados conforme a las regulaciones y formalidades legales establecidas. Puntualizó que la funcionaria que dio origen al malentendido fue desvinculada de su puesto mientras que el jefe del Departamento de Asuntos Legales de la Aduana de Camagüey y la especialista jefa de la Sección de Recaudación, serán oportunamente analizados por los órganos competentes.

Según la jefa de la Aduana de la República en Camagüey “además de inadecuada es inadmisible para la imagen que demanda la institución y para la de sus funcionarios” lo dicho por el jefe del Departamento de Asuntos Legales cuando señaló que “ellos eran buenos cobrando y malos pagando”.

El periódico agradeció la respuesta “ágil y resuelta de la Aduana Camagüey a la vez que solicitó que se le notificara al afectado las conclusiones del análisis con los responsables de la dilación”.