Al menos ocho personas fallecieron y otras cuatro fueron hospitalizadas al resultar heridas en horas de la noche de este jueves, luego que un hombre armado se abriera paso con un rifle en un almacén de la empresa logística FedEx en las cercanías de Indianápolis, Estados Unidos.

«Esto es muy desgarrador», declaró Genae Cook, oficial del Departamento de Policía Metropolitana de Indianápolis (IMPD), sobre las 3 de la madrugada, horas después del tiroteo. “Encontramos a ocho fallecidos por heridas de bala en el lugar”, precisó la oficial, que catalogó el suceso como “una tragedia”.

Los empleados de FedEx no pueden usar sus teléfonos celulares en el almacén y quizás por ello no lograron marcar fácilmente al 911 pidiendo auxilio al momento del ataque. Tampoco pudieron comunicarse con sus seres queridos.

Según los detalles ofrecidos por la policía, el tirador se suicidó de un tiro, y su cuerpo fue hallado sobre las 11:23 pm, contabilizándose oficialmente como la novena muerte hasta el momento. No se ha divulgado su identidad, pues los investigadores estaban recopilando información al respecto.

«Todavía estamos tratando de determinar la razón exacta y la causa de este incidente», dijo Cook. Además puntualizó que era demasiado pronto para saber si el atacante era un empleado de la instalación, que permanecerá cerrada durante varias horas mientras se complete la investigación.

Dos testigos dijeron haber visto a un hombre sacar una pistola del maletero de su automóvil, mientras que otro dijo haber escuchado 10 disparos antes de alertar a la policía.

Se trata del último de una serie de tiroteos masivos acaecidos en las últimas semanas en Estados Unidos. Recientemente ocho personas murieron a tiros en un negocio de masajes en el área metropolitana de Atlanta, y otros 10 murieron en un tiroteo ocurrido en un supermercado en Boulder, Colorado, el mes pasado.