Este sábado entran en vigor una serie de reajustes a las medidas de restricción contra la covid-19 en el municipio especial Isla de la Juventud. El territorio cuenta con una de las tasas más bajas de complejidad epidemiológica en el país. 

Entre las nuevas disposiciones se incluye el acceso a playas, piscinas, restaurantes, paladares, bares, cafeterías estatales y no estatales. Dichos espacios prestarán servicios al 50 por ciento de su capacidad. 

Adiel Morera Macías, intendente de Isla de la Juventud, resaltó qu en dichas áreas se hará énfasis en el distanciamiento físico y la ventilación natural de establecimientos cerrados. 

A pesar de esa flexibilización, las autoridades locales aseguraron que la vigilancia epidemiológica será prioritaria. Se prestará especial atención al control de fronteras y protocolos de bioseguridad. No obstante, el acceso a esa zona del archipiélago nacional sigue restringido por mar o aire. Solo podrán sobrepasar las limitaciones de movilidad aquellas personas que recibieron previa autorización. 

En cuanto al transporte de pasajeros, tanto estatal como privado, se utilizará el total de la capacidad de viajeros sentados. Al mismo tiempo, se mantienen prohibiciones sobre los viajes masivos a las playas, la realización de espectáculos públicos, fiestas populares, aniversarios de las comunidades, discotecas, cabaret o celebraciones de casas cultos. 

De igual modo, se posibilitarán las excursiones previstas por la empresas de Flora y Fauna y de comercio para el verano. Las áreas deportivas, gimnasios y templos religiosos podrán poner en marcha sus funciones al 50 por ciento de capacidad. 

El Grupo Nacional para la Prevención y control del nuevo coronavirus no acordó todavía un cambio de fase para ese territorio occidental. Por tanto, todas las actividades públicas no podrán exceder la media noche y es obligatorio el uso correcto del nasobuco, el distanciamiento físico y preservar puntos de desinfección así como pasos podálicos en las instituciones. 

Isla de la Juventud ha vacunado con tres dosis de Abdala al 61,1 por ciento de su población. Los especialistas consideran que si bien este proceso facilita la flexibilización de las medidas es importante mantener una alta percepción de riesgo para evitar un rebrote del contagio.