En una alarmante situación migratoria, Estados Unidos comenzó a deportar a ciudadanos cubanos hacia México, donde muchos de ellos reciben una orden para abandonar el país en un plazo máximo de 10 días. El periodista de Telemundo 51, Javier Díaz dio la noticia que ha generado incertidumbre y preocupación entre los migrantes, quienes se enfrentan a un limbo legal y humanitario. Todo, porque Cuba se negó a aceptarlos.

Según el reportero en un video en Instagram, los cubanos deportados se encuentran atrapados entre fronteras: Cuba no los acepta de regreso, y México no les otorga documentación legal para permanecer.

Esta compleja situación plantea una pregunta angustiante: ¿a dónde pueden ir ahora estos migrantes, si ningún país los recibe ni les brinda opciones legales?

Las organizaciones de derechos humanos advierten sobre una posible crisis humanitaria, ya que muchos de estos migrantes quedan desprotegidos, sin recursos y en riesgo de ser detenidos o explotados. La comunidad internacional observa con preocupación mientras cientos de personas buscan respuestas en medio de una política migratoria cada vez más restrictiva en Estados Unidos.

«Yo me pregunto: si Cuba no los acepta ni México les ofrece documentos para dónde van ? Para el espacio a conquistar un nuevo planeta?», cuestionó Díaz.

Cubanos deportados a México

Recientemente, se confirmó que un cubano identificado como C.R.L., que cumplió más de tres años de prisión en Estados Unidos por delitos graves de fraude bancario y lavado de dinero, fue deportado a México luego de que las autoridades norteamericanas constataran que el gobierno de la isla se niega a recibirlo de vuelta, informó WRBL, la estación de televisión afiliada a CBS en Columbus, Georgia.

El caso, que fue llevado ante la Corte del Distrito Medio de Georgia, revela una realidad preocupante para los migrantes cubanos con antecedentes penales: incluso después de haber cumplido sus condenas, pueden quedar atrapados en un limbo legal durante meses o incluso años, sin un país que los reciba y confinados en centros de detención, mientras sus vidas se desvanecen en medio de la incertidumbre.