La Embajada de Estados Unidos en Cuba compartió un mensaje en redes sociales sobre la apertura limitada en La Habana de sus servicios consulares para visados de migrantes, en este caso, iniciando por la categoría de padres de ciudadanos americanos. La sede diplomática norteamericana aventuró más trámites en esta sede en el futuro. 

“Nos alegramos de que nuestra reanudación limitada de la tramitación de visados de inmigrante en La Habana haya comenzado bien. Esperamos poder tramitar en el futuro muchos más visados de inmigrantes y seguir ampliando nuestros servicios consulares en La Habana”, dijeron desde su Twitter oficial. 

Desde este 3 de mayo, la Embajada de Estados Unidos inició la emisión de visas en Cuba por primera vez en más de cuatro años. Washington había cerrado sus servicios consulares en La Habana en 2017 luego de que el personal estadounidense sufriera misteriosos padecimientos, que fueron calificadas como “el Síndrome de La Habana”. 

Según medios internacionales, este día, se vieron a varias personas reunidas frente a la sección consular de la embajada en La Habana. “Bienvenidos a la Embajada después de tanto tiempo”, dijo un empleado cubano al grupo de padres de ciudadanos americanos que esperaban su cita de reunificación familiar. 

El cierre de la Embajada de Estados Unidos en 2017 fue un duro golpe para miles cubanos que esperaban emigrar a Estados Unidos y escapar de los problemas económicos del país. Sus problemas aumentaron, porque el tiempo de espera aumentó y los gastos, pues se trasladaron los servicios a Guyana. 

“Esperamos que todo salga bien. He estado esperando años para reunirme con mi hija que está en Estados Unidos. No la he visto en siete años”, dijo un padre cubano que esperaba en la fila en las afueras de la sede. 

La reanudación de estos servicios se produce luego de que Estados Unidos celebrara sus conversaciones diplomáticas de más alto nivel con Cuba a finales del mes pasado, aunque la reapertura se había anunciado con anterioridad. Además también sucede en medio de una ola migratoria, que ha llevado a cerca de 100 mil cubanos a Estados Unidos, desde que Nicaragua otorgó libre visado.