El bullicio habitual en la esquina de Monte y Cristina ha desaparecido. Donde antes fluían compradores y revendedores, ahora reina el silencio. La Plaza de Cuatro Caminos, corazón comercial de Centro Habana, se encuentra cerrada. Pero no es un cierre cualquiera. Según reveló una empleada de seguridad al diario 14ymedio, “cuando vuelva a abrir ya será en dólares”.

Un cierre que marca el fin de una etapa

Desde hace semanas, los accesos al mercado permanecen cubiertos con puertas metálicas.

Sólo funciona un pequeño local en la planta alta, con ofertas escasas de artículos para el hogar.

El resto, incluido el supermercado, ha sido desalojado. Las tiendas que antaño cubrían toda la manzana lucían vacías desde hace tiempo, con estanterías despobladas y luces apagadas.

Durante los últimos años, Cuatro Caminos había dejado de ser lo que fue.

Los huecos en los anaqueles, la falta de productos esenciales y la caída del flujo de clientes terminaron por golpear a toda la comunidad que dependía de este centro.

Una zona que vive del comercio informal

«Vivimos de la reventa y el trapicheo», dijo a 14ymedio un reparador de fosforeras que trabaja cerca de la plaza.

Entre recargas de gas y cambios de piedras, también vende pegamento, refresco en polvo y rasuradoras. Con el desabastecimiento, los vecinos de otros municipios dejaron de acercarse, y con ellos se fueron también los ingresos de muchos.

El impacto fue general. Lo sintió el anciano que limpiaba parabrisas en los semáforos, la santera que tiraba cartas frente a la carnicería, el joven que vendía grifería de segunda mano en una mesa de madera.

El declive del mercado arrastró consigo la economía informal del barrio.

El precedente: Richmeat y la entrada del dólar

Hace un mes, una carnicería de la firma Richmeat, que opera bajo un convenio con Cimex, comenzó a vender en dólares dentro del complejo comercial llamado La Favorita, justo en el mismo inmueble. Esa fue la señal de lo que vendría después.

Con esta movida, Cuatro Caminos sigue el camino de otros centros comerciales de la capital que han abandonado el uso de la moneda libremente convertible (MLC) para pasar a una dolarización más directa.

Según 14ymedio, ni siquiera las tiendas en MLC lograron mantener surtidas sus salas.

Un símbolo de abundancia venido a menos

En su fachada, el edificio mantiene tallados dos cuernos de la abundancia, pero el interior no ha reflejado esa promesa en mucho tiempo.

Los salones, otrora vibrantes, daban pena. La anemia comercial se convirtió en crónica y paralizó una zona entera.

Ahora, muchos vecinos colocan sus esperanzas en el dólar. El reparador de fosforeras lo resume así: «La próxima batalla de Cuatro Caminos será entre gente que tiene dólares».

Pero incluso él duda de que se repitan escenas como las de noviembre de 2019, cuando una multitud rompió puertas y arrasó con productos. «Ya no hay tantos cubanos con verdes», afirmó a 14ymedio, y tampoco hay tantos billetes en circulación.