Este jueves, Cuba volverá a experimentar una jornada de apagones, con una afectación prevista de 835 MW durante la hora pico. La situación se agrava debido a las averías en dos unidades termoeléctricas, el mantenimiento de otra, y los daños causados por el huracán Helene, que ha impactado especialmente en el occidente y centro del país.

Afectaciones por el huracán y las averías

El reporte de la Unión Eléctrica (UNE) informa que el servicio eléctrico se vio afectado durante todo el miércoles debido a un déficit de capacidad de generación, una situación que no pudo solucionarse hasta las 2:00 a.m. del jueves. La máxima afectación alcanzó los 1001 MW, superando en 151 MW el pronóstico inicial.

Además de las dificultades con la capacidad de generación, se añadieron problemas en la red de distribución por las malas condiciones meteorológicas en varias provincias. En total, 125 MW quedaron fuera de servicio en zonas como Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus.

Limitaciones en la generación de electricidad

El país también enfrenta problemas con 40 centrales de generación distribuida que están fuera de servicio por falta de combustible. Entre las afectadas se incluyen la patana de Santiago de Cuba y motores de Mariel, además de las patanas de Melones y Regla. En total, 522 MW se encuentran fuera de servicio: 213 MW en grupos distribuidos y 309 MW en las patanas.

Asimismo, las limitaciones en la generación térmica continúan afectando el sistema eléctrico, con una capacidad restringida de 537 MW.

Jornada tensa por delante

La combinación de estas limitaciones con las secuelas del huracán Helene y la falta de mantenimiento de las centrales eléctricas pone en jaque a la ya frágil red eléctrica de la isla. La UNE ha advertido que los cubanos deberán prepararse para una jornada complicada, marcada por apagones prolongados, especialmente en las horas de mayor demanda.

Los cubanos, acostumbrados ya a estas interrupciones en el servicio eléctrico, siguen enfrentándose a una crisis energética que no muestra señales de mejora en el corto plazo.