Florida cambia las reglas de las licencias: ¿quiénes deberán renovarlas cada año?

Nueva medida complica trámites para inmigrantes

Desde este mes, Florida ha impuesto una nueva restricción para los inmigrantes legales: las licencias de conducir y tarjetas de identificación emitidas a personas sin residencia permanente solo serán válidas por un año.

Así lo informó la Oficina del Recaudador de Impuestos del Condado de Miami-Dade el pasado 3 de mayo, confirmando que la medida se basa en los Estatutos de Florida 322.051 y 322.18.

El cambio afecta directamente a quienes tienen visas de trabajo, estatus de protección temporal (TPS), permisos humanitarios o solicitudes de asilo pendientes, obligándolos a renovar anualmente, incluso si sus documentos federales les permiten permanecer más tiempo en el país.

Excluye a titulares de green card

Los residentes permanentes legales (green card holders) están exentos de esta medida. En cambio, quienes se encuentren bajo otras categorías migratorias, como el parole, sí tendrán que enfrentar el proceso de renovación cada año, incluyendo el pago de tarifas, recolección de documentos y citas en oficinas colapsadas.

El Departamento de Seguridad Vial y Vehículos Motorizados de Florida (FLHSMV) aclara que la duración de estos documentos no podrá superar el período de validez del documento emitido por USCIS, y en ningún caso pasará de los 12 meses.

Oficinas saturadas y más obstáculos

La medida llega en un momento especialmente difícil. Las oficinas del DMV, especialmente en Miami-Dade, enfrentan largas colas, fallos tecnológicos y escasez de personal. A esto se suma la entrada en vigor del REAL ID, que será obligatorio desde el 7 de mayo de 2025 para abordar vuelos nacionales o acceder a edificios federales.

Esa exigencia ha provocado una avalancha de solicitudes, complicando aún más el acceso para inmigrantes que ahora deben renovar sus documentos cada año.

Penalizaciones por revender turnos

La desesperación por conseguir una cita ha generado un mercado negro de reventa de turnos. En respuesta, la Cámara de Representantes de Florida aprobó una ley que penaliza con hasta un año de cárcel y multas de hasta 1,000 dólares a quienes revendan citas para trámites de licencias.

En el condado de Miami-Dade, la multa local puede llegar a los 500 dólares por cada infracción.

“Es una forma de seguir presionando a los inmigrantes”

Abogados y defensores de derechos migratorios han criticado la medida, asegurando que se suma a las estrategias del estado para complicar la vida de los migrantes, incluso cuando están en situación legal. Muchos consideran que el trámite anual es innecesario y costoso, especialmente cuando USCIS otorga permisos con validez de hasta cinco años.

Para muchos cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses en Florida, esta nueva exigencia representa otro obstáculo para mantener la estabilidad en su vida diaria.