No es una exageración: El gobernador de Florida Ron DeSantis ha dejado caer una advertencia que resulta preocupante: en un futuro cercano, podría ser obligatorio demostrar ciudadanía o estatus legal para comprar productos como boletos de lotería o bebidas alcohólicas.

Lo insinuó este jueves durante una conferencia en el suroeste del condado Broward. No lo dijo directamente, pero sus palabras fueron claras: “Estén atentos”.

La frase llegó mientras presentaba nuevas medidas de colaboración entre agencias estatales y las autoridades federales de inmigración. Aunque no confirmó una política concreta, la dirección es evidente. Bajo su mandato, Florida amplía la vigilancia migratoria y abre la puerta a controles que hasta ahora no existían en espacios civiles, comerciales y de recreación.

Más vigilancia, en más lugares

El anuncio de DeSantis se enmarca dentro del programa federal 287(g), que permite que policías estatales y locales colaboren directamente con ICE en la identificación y detención de inmigrantes sin estatus legal. Pero ahora el alcance va más allá de los cuerpos policiales.

El gobernador explicó que también se integrarán al plan entidades como la División de Bebidas Alcohólicas y Tabaco, el Departamento de Regulación Comercial y Profesional, la Comisión de Control de Juegos de Azar y la Lotería de Florida.

Según sus palabras, estas agencias “operan en entornos ricos en objetivos”, y podrían ser “deputizadas” para actuar junto a ICE y el Departamento de Seguridad Nacional durante inspecciones y operaciones rutinarias.

Dicho en otras palabras: el gobierno estatal busca extender la verificación migratoria a espacios cotidianos, que hasta ahora no formaban parte del engranaje de control migratorio. Y eso incluye negocios, supermercados, casinos y oficinas de lotería.

¿Habrá que demostrar ciudadanía para jugar la lotería?

Cuando se le preguntó directamente si los consumidores necesitarán presentar prueba de ciudadanía para comprar un boleto de lotería o una cerveza, DeSantis evitó confirmar, pero tampoco lo descartó. “Creo que aún está por verse exactamente cómo se va a hacer”, respondió. “Simplemente estén atentos y vean cómo se desarrolla”.

Hoy en día, ningún estado de Estados Unidos exige comprobar estatus migratorio para comprar productos como estos. Y en Florida, los premios de lotería pueden ser cobrados por cualquier persona que presente una identificación oficial válida. Sin embargo, las declaraciones del gobernador anticipan un cambio que, de concretarse, afectaría a millones.

En la práctica, las restricciones podrían funcionar como una prohibición encubierta para los inmigrantes indocumentados. Para reclamar premios importantes, ya es necesario presentar documentos como un pasaporte, una licencia o un número de seguro social. Pero hasta ahora, ninguna entidad validaba si ese documento correspondía a una estancia legal o no en el país.

DeSantis no solo está abriendo esa puerta: está dejando claro que quiere que esas agencias reguladoras se conviertan también en instrumentos de vigilancia.

De la lotería al control migratorio

Las nuevas declaraciones llegan tras un evento organizado por autoridades federales en el que se celebró la detención de más de 1.100 personas calificadas como “extranjeros criminales”. Según el Departamento de Seguridad Nacional, al menos 378 ya tenían órdenes finales de deportación.

En ese contexto, la señal política de DeSantis es clara: su administración intensificará el control del estatus migratorio en todos los ámbitos posibles. El giro no es casual. En un momento de tensión política nacional, el gobernador sigue endureciendo su discurso de línea dura, alineado con el enfoque del presidente Donald Trump, quien ya ha prometido medidas aún más severas.

Lo que se viene: un Estado policial para los migrantes

Aunque aún no hay un decreto formal que prohíba a los inmigrantes indocumentados comprar lotería o cerveza, los comentarios del gobernador han encendido las alarmas. Para muchos, se trata de un ensayo del tipo de medidas que podrían implementarse en breve.

Florida ha sido pionera en políticas restrictivas contra los migrantes en los últimos años: multas a empleadores, verificación de estatus en hospitales, y sanciones a quienes transporten indocumentados. Ahora, el simple acto de comprar un boleto de lotería también podría convertirse en una trampa.

Quienes no tienen papeles temen que estos espacios regulados se transformen en puntos de contacto con agentes que colaboran directamente con ICE. Una compra cualquiera, un trámite menor, una visita rutinaria… podría ser suficiente para quedar expuestos a un proceso de deportación.

Y con la frase “estén atentos”, DeSantis dejó claro que lo que viene puede ser aún más extremo.