La situación meteorológica en el Caribe occidental se complica.

A las 4:00 a.m. (hora local), el Centro Nacional de Huracanes emitió un nuevo parte sobre el posible ciclón tropical “Dieciocho”, que continúa organizándose y podría convertirse en una tormenta tropical en las próximas horas. 

Su ubicación a esa hora estaba cerca de los 14.2 grados de latitud norte y 76.9 grados de longitud oeste, moviéndose hacia el norte a una velocidad de 11 km/h.

Se pronostica que este sistema afecte directamente áreas del Caribe, como Jamaica y las Islas Caimán, con vientos sostenidos de hasta 55 km/h, aunque se espera un mayor incremento en su fuerza. 

El sistema 18 se convertirá en huracán rumbo a Cuba con un 100 % de probabilidades

Los modelos indican que el sistema podría alcanzar la categoría de huracán cuando cruce cerca de las Islas Caimán, mientras avanza hacia el noroeste. La probabilidad de que este sistema se convierta en tormenta tropical y, eventualmente, en un huracán es muy alta, prácticamente del 100% en las próximas 48 horas.

Para Cuba, la amenaza es inminente. Las lluvias intensas asociadas al ciclón comenzarán a sentirse en la isla a mediados de semana. EL NHC pronostica acumulaciones de lluvia de entre 75 y 150 milímetros, con picos que podrían alcanzar hasta 225 milímetros en áreas montañosas o zonas vulnerables. 

Este volumen de precipitaciones traerá consigo un riesgo mayor de inundaciones en regiones bajas y de deslizamientos de tierra en áreas montañosas, afectando tanto a la infraestructura como a la población.

Las autoridades locales deben estar en alerta máxima. Se recomienda a la población seguir de cerca las actualizaciones oficiales y preparar medidas preventivas. Las marejadas provocadas por el huracán golpearán la costa sur de Cuba y se espera que el oleaje aumente en las próximas 48 horas, complicando las condiciones marítimas.

El ciclón también afectará otras áreas del Caribe y podría llevar humedad e inestabilidad atmosférica hacia el sur de Florida y el sureste de Estados Unidos. Las comunidades en Cuba deben mantenerse informadas y actuar rápidamente, ya que este fenómeno pudiera dejar daños considerables.