Después de años de inactividad, Cuba retomó la producción nacional de sillas de ruedas, un recurso esencial para las personas con discapacidad motora que enfrentan graves limitaciones de movilidad debido a la escasez crónica de estos equipos.Según reportó el diario oficial Granma, la Empresa Industrial Ángel Villareal Bravo, conocida como Ciclos Minerva y ubicada en Villa Clara, ha reiniciado el ensamblaje tras dos años de interrupción en la producción.

Durante los primeros meses de 2025, ya se han ensamblado 1,800 sillas de ruedas, que han sido distribuidas al sistema de Salud Pública para su entrega en hospitales, hogares de ancianos y otras instituciones. Se proyecta producir otras 1,200 unidades en lo que resta del año.

Sin embargo, estas cifras están lejos de cubrir la alta demanda existente, reconoció el ingeniero Yojani Muñoz Rodríguez, director adjunto de la empresa.

Aunque los modelos actuales incluyen mejoras básicas como gomas macizas, apoyabrazos y frenos de mano, las imágenes publicadas muestran diseños rudimentarios y pesados, aún muy por debajo de los estándares internacionales en cuanto a ergonomía, peso, durabilidad y personalización.

Cuba no dispone de tecnología ni materiales avanzados que permitan fabricar sillas de ruedas adaptadas a diversas condiciones físicas, lo que limita su funcionalidad.

Crisis prolongada y dependencia de la ayuda exterior

Durante años, la crisis de abastecimiento de sillas de ruedas en Cuba ha estado marcada por la falta de financiamiento estatal y las dificultades para importar estos equipos en cantidades suficientes.

Ante esta realidad, han sido las donaciones internacionales y la solidaridad de cubanos en el exterior los principales recursos que han permitido cubrir parcialmente la necesidad.

Figuras públicas como el humorista Limay Blanco han impulsado campañas y redes de apoyo para enviar sillas de ruedas donadas desde Miami y otras partes del mundo.

En algunos hospitales se han visto soluciones improvisadas, como el uso de sillas plásticas adaptadas a estructuras metálicas deterioradas, reflejo del deterioro del sistema y la falta de recursos adecuados para atender a las personas con discapacidad.

¿Qué pasó con el plan de producción anterior?

En 2023, Ciclos Minerva anunció un plan para fabricar 1,000 sillas de ruedas, respaldado por financiamiento y materias primas garantizadas. No obstante, no hay información oficial sobre si ese plan se cumplió, lo que deja interrogantes sobre la transparencia en la gestión industrial.

Ese mismo año, la empresa anunció otros planes ambiciosos, como la producción de 6,000 motos eléctricas en MLC y más de 18,000 bicicletas mecánicas, lo que pone en duda las prioridades reales del sistema productivo.

La reanudación de la fabricación de sillas de ruedas en Cuba es una buena noticia, pero insuficiente frente a la magnitud de la demanda. Miles de personas continúan esperando por un equipo que les permita moverse con dignidad.