El cubano Fernando Dayán Jorge, campeón olímpico de canotaje en Tokio, llegó el miércoles a Estados Unidos. Junto a él también arribó a esa nación Fidel Vargas, subcampeón panamericano de la misma disciplina deportiva. Ambos habían abandonado la delegación que realizaba una base de entrenamiento en México.

El anuncio fue hecho en Twitter por el periodista Andy Lans:

“Los piragüistas Fernando Dayán Jorge y Fidel Vargas arribaron a Estados Unidos tras más de 10 días de travesía en México después de escapar de la concentración cubana, me informan fuentes”.

Los dos cubanos iniciaron su travesía hacia la frontera entre México y Estados Unidos, evadiendo las autoridades mexicanas. De cualquier modo, no existen precisiones acerca de las incidencias en su trayecto hacia el norte.

El 6 de marzo la Comisión Nacional de Canotaje cubana (CNC) informó la ausencia de  Dayán Jorge. Su abandono de la delegación con la que entrenaba en México, fue calificado como una “grave indisciplina que echa por tierra años de intensa labor y aspectos de la estrategia de desarrollo de ese deporte rumbo a los ciclos olímpicos de París 2024 y Los Ángeles 2028”.

En la nota del Instituto de Educación Física y Recreación divulgada en diversos medios de la Isla, se afirmaba que el campeón olímpico había “dado la espalda al compromiso con nuevos resultados para su deporte y su pueblo”. Sin embargo, añadía la información, las autoridades deportivas continuarían el trabajo con otros jóvenes para mantener el desarrollo alcanzado por el canotaje cubano.

Una trayectoria de éxitos

En los Juegos Olímpicos de Tokio del año pasado, Fernando Dayán Jorge y Serguey Torres alcanzaron la medalla de oro en canotaje. Luego de éxitos en otros eventos como Juegos Panamericanos y Campeonatos Mundiales, por primera vez una dupla cubana obtenía el triunfo bajo los cinco aros. Los caribeños aventajaron a la dupla china, y relegaron al tercer puesto a los favoritos alemanes.

Ante el anuncio de su retiro hecho por Serguey Torres, Fernando Dayán Jorge, de solo 23 años, era una pieza fundamental en los planes futuros de la disciplina.