Conoce esta nueva manera de conseguir la residencia en España

En agosto de 2022, una modificación en el Reglamento de Extranjería en España, se abrió una nueva manera de conseguir una residencia temporal como extranjero en España, válida para todos aquellos que se encuentren ilegales y quieran poner “en regla” sus papeles. 

¿De qué se trata? Según información de Confilegal, una web especializada en estos temas, se trata del “arraigo para la formación”, que permite que cualquier extranjero que lleve viviendo en España de forma continuada al menos dos años y quiere regularizarse, pueda hacerlo si se compromete a pasar una curso de formación, con ciertos requerimientos. 

Hasta esta nueva medida, el extranjero en España sin papeles solo contaba con tres vías para regularizarse, el arraigo laboral, el social y el familiar. Para el primero se necesitan dos años de permanencia en el territorio y al menos seis meses laborados. 

La segunda, el arraigo social, pedía tres años de estancia y un contrato de trabajo de un año. Y la última que era la más utilizada tiene que ver con los lazos de familiaridad del extranjero con un ciudadano español. 

RESIDENCIA POR FORMACIÓN EN ESPAÑA 

La mencionada web, explica que con este nuevo arraigo, el de formación, permite que el extranjero consiga la residencia al menos por un año, aunque no autoriza inicialmente a trabajar porque primero debe formarse en el Sistema de Formación Profesional. ¿En qué? Pues en algún curso donde consiga una certificación de aptitud técnica o habilitación profesional necesaria para ejercer una ocupación específica. 

Para la solicitud de esta residencia en España, el extranjero deberá comprometerse ante la ley a pasar este curso, una vez concedido el permiso de residencia, tendrá tres meses para presentar el justificante del curso en la Oficina de Extranjería. De no hacerlo, le quitarán la residencia. 

“Si cumplida la vigencia del permiso, la formación aún no ha concluido, por ser de duración superior, se puede prorrogar por otros doce meses”, añaden. 

Si todo sale en orden, el extranjero obtendrá luego de culminado el curso, un permiso de trabajo por dos años y comenzará a computar su residencia legal en España, para en un futuro pedir la residencia permanente y hasta la ciudadanía española.