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Sin pan ni gloria

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«Todos los días compro al menos 2 pancitos para la merienda de los niños en la escuela, normalmente tienen más calidad que los que vienen por la cuota, pero últimamente nunca hay es casi imposible poder comprar pan aquí» afirma Magalis abuela residente en la ciudad de Santa Clara, y cliente asidua de la panadería de especialidades ubicada en el Boulevard de la ciudad.

La producción y comercialización del pan se ha agravado en los últimos meses en la urbe, y son muchos los que aseguran que se debe a una escasez significativa de harina. De hecho, en la “Panadería Boulevard” un cartel avisa que se pueden comprar un máximo de 20 unidades por persona, y el horario ha fluctuado mucho, de modo que solo expende el alimento en algunas horas al día, contradiciendo el servicio estipulado de 24 horas.

« ¿Y si el problema es la harina por qué también le fata la grasa?» se queja Julián, un cliente que lleva más de 40 minutos en la cola. Y le asisten razones, pues si bien los panes elaborados aquí se caracterizaban por mayor calidad ya no es así. Es notable que además de producirse mucho menos que hace unos meses tampoco se trata de la misma calidad. El que se compra hoy es un pan áspero, seco y caracterizado por una masa de menos crecimiento.

A falta de pan, casabe

Uno de los trabajadores de la unidad nos comentó que ante la imposibilidad cumplir con los índices de venta se han visto en la obligación de elaborar otros panes que permitan recaudar “más con menos”. Sin embargo, los clientes se quejan: «no queremos pan con guayaba o con una capa de chocolate, sino el pan de siempre, el de a 1 peso», explica una abuela que compra panes aquí para la merienda de su nieta.

Si bien para otros es algo positivo las nuevas variantes en tiempos de escasez, el costo de esas especialidades es de 2.50 o 3.00 pesos por unidad. Alicia Rodríguez explica que la escasez le da el margen a los propios trabajadores de desviar más recursos en nombre de la coyuntura: «esto no lo arregla nadie», concluye.

Sin dudas el intelecto del cubano no tiene limites y cuando se trata de cumplir planes somos los primeros, en los últimos días han aparecido panes con chorizo, con azúcar y hasta con empellas en dicho establecimiento, ninguno de ellos a precios de subsidio.

«Yo paso por las 2 panaderías del Boulevard, pero casi nunca tengo suerte, entonces tengo que morir en “El Rápido” si queda algo compro una bolsita con 10 panes que cuesta 0.60cuc, con eso resuelvo mientras» comenta Ailen Rodríguez.   

Pero el pan común, el suave, el que cuesta $1.00 sigue desaparecido.

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