Disney perdió su autonomía en Florida: estas son las consecuencias

Los legisladores de Florida dieron al gobernador de Florida, Ron DeSantis, el visto “bueno” para supervisar el desarrollo de los parques temáticos de Disney, que se encuentran en la ciudad de Orlando. En su batalla personal contra el gigante del entretenimiento, el gobernador ahora se hizo con la autonomía del sitio más “sagrado”.

De Santis ahora tendrá autoridad para nombrar a cinco supervisores de lo que ahora se conoce como el Distrito de Mejora de Reedy Creek, una entidad cuasigubernamental que supervisa las más de 10 mil hectáreas que rodean la instalación de Walt Disney World.

Por si fuera poco, la ley homofóbica promulgada por Ron DeSantis en Florida y que fue finalmente fue aprobada en julio pasado, está a punto de afectar al distrito autónomo de Walt Disney World, una medida que la compañía ha rechazado y calificado de absurda.

Básicamente “No digas gay” fue un proyecto defendido por los republicanos de la Cámara de Representantes de Florida con el fin de prohibir las discusiones sobre orientación sexual e identidad de género en las escuelas. En tanto, demócratas asumieron que tal propuesta demoniza y discrimina a las personas LGBTQ.

La norma se titula Ley del Derecho de los Padres sobre la Educación, aunque se ha conocido como la ley “Don’t say gay” (No digas gay). Pero desde hace años y bajo la tutela de Robert Iger, la compañía Walt Disney incluyó en su discurso fílmico narrativas que incluyeran grupos de población más diversos, más allá de lo heteronormativo por lo cual la entidad ha destacado entre las opositoras de la nueva ley.

DISNEY PIERDE SU AUTONOMÍA EN FLORIDA

En aquel momento, Disney no solo condenó la ley, sino que llegó a suspender las cuantiosas donaciones políticas al estado. Como castigo a la posición del gigante de los animados, el gobernador de Florida respondió amenazando con caducar un privilegio que poseen los parques temáticos de la compañía que perdería su autogobierno de Disney en sus sedes de la ciudad de Orlando.

“Todo esto parece una represalia del gobernador porque Disney expresó su apoyo a la comunidad LGBTQ”, comunicó a los medios la senadora demócrata Linda Stewart.

La Cámara de Representantes del estado estuvo de acuerdo en retirarle a la empresa de parques temáticos su estatus especial, otorgado en 1967 y solo faltaría una firma de DeSantis para que finalmente Disney deje de recaudar impuestos, que maneje sus propios servicios públicos y ya no contará con su propia policía en sus parques y hoteles.