Un cheque de estímulo de $5,000 podría estar en camino para decenas de millones de hogares en Estados Unidos.

La propuesta, impulsada por una figura clave del entorno económico actual, ha comenzado a generar expectativas. Pero no se trataría exactamente de un cheque de estímulo como los anteriores.

Lo que se conoce hasta ahora es que el proyecto involucra al llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una oficina vinculada a Elon Musk y creada recientemente bajo la administración Trump. La suma que se menciona no es menor: alrededor de 400 mil millones de dólares en total.

La promesa de un pago directo por esa cifra ha reavivado el interés de ciudadanos que aún recuerdan los beneficios de 2020 y 2021. Sin embargo, esta vez, los requisitos y objetivos serían muy distintos.

El dividendo DOGE: así funcionaría el nuevo pago

El arquitecto del plan es James Fishback, CEO de la firma de inversión Azoria, quien ha planteado un “dividendo nacional” financiado con ahorros del gasto público. El pago, de $5,000, se destinaría a 79 millones de hogares, pero solo a aquellos que estén al día con sus impuestos y no tengan deudas con el IRS.

“El objetivo no es fomentar el consumo masivo, sino aliviar deudas acumuladas durante los años anteriores”, explicó Fishback en Fox Business. Según sus declaraciones, el 70 % de quienes recibirían este dividendo lo utilizarían para pagar deudas personales.

¿Habrá inflación? Fishback dice que no

Uno de los principales temores entre expertos es que un nuevo pago de estas dimensiones dispare nuevamente la inflación. Pero el impulsor del dividendo DOGE lo descarta.

“La diferencia clave está en el contexto económico. En 2021 había escasez, dislocaciones y tasas de interés cercanas a cero. Hoy, la situación es distinta”, aseguró. También insistió en que el pago iría a manos de quienes más aportan al fisco, y no a beneficiarios generales como ocurrió durante la pandemia.

Una medida con fuerte carga política

Aunque todavía no hay una aprobación definitiva ni una fecha oficial, el proyecto ha cobrado fuerza dentro del aparato gubernamental. La creación del DOGE fue una de las primeras acciones de Trump en su regreso a la Casa Blanca, y esta propuesta busca reforzar la confianza de los contribuyentes y mostrar resultados concretos en su política económica.

Críticos sostienen que el plan es una maniobra ideológica, que prioriza premiar a quienes ya tienen estabilidad financiera. Otros advierten que, pese a su disfraz técnico, sigue siendo una forma de estímulo, aunque con otra narrativa.

De momento, millones de estadounidenses esperan más detalles mientras la palabra “dividendo” empieza a circular en las redes sociales con fuerza. Lo que es seguro es que la cifra —5,000 dólares— ya captó la atención de muchos.