El huracán Erin se intensificó de manera explosiva en las últimas horas y alcanzó la categoría 5, con vientos sostenidos cercanos a los 257 km/h. Se trata de un fenómeno poco común y especialmente peligroso en el Atlántico actual, según confirmó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Un fortalecimiento inusual
En apenas 24 horas, Erin pasó de ser una tormenta tropical con vientos de 112 km/h a un huracán mayor. Dobló su fuerza en tiempo récord. Los meteorólogos atribuyen este proceso a las altas temperaturas del océano Atlántico, que actúan como combustible para su rápida intensificación.
Aunque se esperan fluctuaciones en la intensidad durante el fin de semana, los modelos pronostican que Erin duplicará o incluso triplicará su tamaño para mediados de la próxima semana.
Trayectoria y efectos previstos
La tormenta se localiza a poco más de 160 kilómetros al norte de Anguila y avanza hacia el noroeste. No se espera un impacto directo sobre las Islas de Sotavento, las Islas Vírgenes ni Puerto Rico, aunque las lluvias intensas y ráfagas de viento ya comienzan a sentirse en esas zonas.
Las autoridades han emitido alertas para varias islas del noreste del Caribe. Advierten sobre oleajes peligrosos, corrientes de resaca y posibles inundaciones repentinas. En algunas localidades podrían acumularse entre 5 y 15 centímetros de lluvia durante el fin de semana.
Riesgos en la región atlántica
De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes, Erin seguirá su ruta hacia el Atlántico occidental, alejándose de Estados Unidos y Bermudas. Sin embargo, un cambio en su trayectoria podría modificar ese escenario. Incluso sin tocar tierra, la tormenta generará fuerte oleaje y corrientes marinas peligrosas. Esto afectará a lo largo de las costas de las Bahamas, el este de Estados Unidos y el Atlántico canadiense.
En previsión, la Guardia Costera ordenó el cierre de varios puertos en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses.
Un inicio activo de temporada
Erin es el primer gran huracán de la temporada atlántica de 2025. Antes se habían formado Andrea, Barry, Chantal y Dexter, que no pasaron de tormentas tropicales.
Los expertos recuerdan que agosto y septiembre concentran la mayor actividad ciclónica del año y prevén que la actual temporada será más activa de lo habitual debido al calentamiento de las aguas.