Millones de familias en Estados Unidos esperan recibir pronto un nuevo cheque de estímulo, con montos que se sitúan entre 1390 y 2000 dólares.
La medida busca aliviar el impacto de la inflación y apoyar a los hogares de ingresos bajos y medios.
En redes sociales y medios digitales se habla de que estos pagos llegarán a mediados y finales del verano.
Esto ha generado gran expectativa entre los ciudadanos.
Muchas personas ya se preparan para destinar el dinero a gastos básicos, como renta, alimentación y deudas acumuladas.
Se trata de una de las ayudas más esperadas en los últimos meses, especialmente en un contexto en el que los precios de la vivienda y la canasta básica siguen presionando los presupuestos familiares.
El posible pago de 2000 dólares se perfila como el más significativo.
Aunque también se ha mencionado la cifra de 1390 dólares, que sería distribuida de manera escalonada a millones de beneficiarios.
En ambos casos, la finalidad es brindar un respiro económico inmediato a quienes más lo necesitan.
La expectativa es alta. Los anteriores cheques de estímulo demostraron su impacto positivo en la recuperación económica, dinamizando el consumo y ayudando a estabilizar a miles de familias en momentos críticos.
Qué se sabe sobre la aprobación final.
Aunque las versiones que circulan han despertado entusiasmo, lo cierto es que el pago aún requiere aprobación oficial en el Congreso y la firma del presidente. Hasta ahora no se ha confirmado una fecha definitiva de distribución.
El Servicio de Impuestos Internos (IRS) no ha emitido un comunicado oficial anunciando el inicio de los pagos, y cualquier cheque de estímulo necesita contar con respaldo legislativo.
Por ello, se recomienda a los ciudadanos mantenerse atentos a fuentes confiables como irs.gov, whitehouse.gov y usa.gov/espanol para conocer los pasos finales del proceso.