El canciller Bruno Rodríguez Parrilla presentó el nuevo informe sobre los efectos del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, correspondiente al período entre marzo de 2024 y febrero de 2025.
El documento sostiene que las pérdidas ascienden a más de 7.556 millones de dólares, lo que representa un incremento del 49% con respecto al período anterior. Según el gobierno, el impacto se siente en todos los sectores, pero la energía ocupa un lugar central en el reporte.
¿Cómo se calculan las pérdidas?
El informe asegura que los daños acumulados desde la aplicación del embargo superan los 170 mil millones de dólares a precios corrientes. Si se calcula tomando como referencia el valor del oro en lugar del dólar, la cifra se elevaría a más de 2.1 billones de dólares.
Rodríguez Parrilla afirmó que cinco días de embargo equivalen al costo de reparar una central termoeléctrica como la Antonio Guiteras o la Carlos Manuel de Céspedes. Doce días equivaldrían al presupuesto anual de mantenimiento del sistema eléctrico nacional, unos 250 millones de dólares.
Un mes representaría el financiamiento necesario para instalar más de mil megawatts de energía solar. Y dos meses serían suficientes para cubrir el combustible que demanda todo el país durante ese mismo período.
El impacto en el sector energético
El canciller aseguró que las restricciones han impedido que Cuba reciba asistencia técnica para reparar plantas termoeléctricas porque estas contenían más de un 10% de componentes fabricados en Estados Unidos.
La Unión Eléctrica reportó que en 2023 una empresa europea canceló la venta de repuestos para turbinas que habrían aportado más de 100 megawatts al sistema, suficientes para abastecer a más de 120 mil hogares.
A esto se suman las presiones sobre navieras y aseguradoras que transportan combustible hacia la isla, lo que genera retrasos y deja indisponibles más de 300 megawatts diarios en la generación distribuida.
Obstáculos financieros y tecnológicos
El informe también denuncia que 40 bancos extranjeros se negaron a operar con Cuba, bloqueando 140 transferencias bancarias. Las restricciones encarecen la compra de piezas y repuestos: un sensor valorado en 500 dólares puede llegar a costar 10 mil al tener que adquirirlo mediante intermediarios.
La viceministra de Energía, Tatiana Amarán Bogachova, afirmó en la Mesa Redonda que el embargo constituye el principal obstáculo para recuperar el sistema eléctrico. “Es como tener un sistema enfermo al que se le niegan las medicinas para curarlo”, dijo.
Una política que sigue generando tensiones
El informe sostiene que más del 80% de los cubanos nacieron bajo esta política y que su impacto no puede medirse solo en cifras, sino en la vida diaria: apagones, encarecimiento de productos y limitaciones para el desarrollo.
El gobierno de la isla insiste en que el bloqueo es una violación del derecho internacional y de los derechos humanos, y lo define como una política deliberada de asfixia económica para provocar descontento social.