En medio del creciente malestar ciudadano por los altos precios en los mercados, las autoridades de La Habana han decidido intensificar el control sobre los puntos de venta agropecuarios. La medida busca enfrentar la especulación y garantizar el cumplimiento de los límites establecidos por la gobernadora provincial.
La estrategia se enmarca dentro de la Resolución 148/2025, firmada por Yanet Hernández Pérez. Pretende “ordenar el mercado y proteger al consumidor”. En la práctica, las inspecciones han derivado en la aplicación de múltiples sanciones, decomisos y multas. Según la versión oficial, buscan frenar los abusos detectados en diferentes municipios de la capital.
A partir de esta semana, los equipos de las Direcciones de Finanzas y Precios de la provincia y de los municipios aplicaron las primeras medidas. Los montos van desde los 2 000 hasta los 16 000 CUP. En algunos casos, también se decomisaron productos ofertados con precios fuera de los márgenes autorizados.
Multas en Plaza de la Revolución
En este municipio, la Dirección Municipal de Finanzas y Precios informó que se impuso una multa de 16 000 CUP a un vendedor. Fue por aplicar precios superiores en nueve productos. En la feria de 17 y 8, las sanciones fueron más específicas. Fueron 10 000 CUP por vender pimientos a 380 CUP, la misma cantidad por ofertar pepinos a 70 CUP, y 7 000 CUP adicionales por no exhibir el precio del plátano burro. Esto se basó en los artículos correspondientes del Decreto 30.
Sanciones en Arroyo Naranjo
Durante una inspección en la feria de la calle Mina, entre Calzada de Managua y Atlanta, se impusieron tres multas de 8 000 CUP cada una por violaciones del Decreto 30, artículo 7 inciso b). También se multó con 5 000 CUP a un vendedor por no mostrar los precios al público. El total de sanciones en este territorio ascendió a 29 000 CUP.
Controles en otros municipios de la capital
En Alamar, Diez de Octubre, Guanabacoa y La Lisa también se realizaron controles durante la jornada del sábado. Las multas variaron entre 2 000 y 16 000 CUP, dependiendo de la gravedad de la infracción. En los casos más severos, los inspectores procedieron al decomiso de los productos. Esto fue parte de las medidas para evitar la especulación.
Las autoridades insisten en que esta ofensiva responde a la necesidad de “fortalecer la disciplina comercial y proteger el bolsillo del pueblo”. Sin embargo, entre los habaneros crece el debate sobre la efectividad real de estas acciones, teniendo en cuenta que los altos costos de transportación y el desabastecimiento siguen impulsando los precios al alza.
Para muchos consumidores, los salarios siguen estancados mientras los precios que aplican los productores – revendedores se disparan como la pólvora. El verdadero desafío, advierten los economistas, será lograr una oferta estable y un equilibrio justo entre quienes producen, comercializan y compran los alimentos.
Es necesario que esas medidas se tomen en otras provincias del pais. ej. En Santiago de Cuba que los precios son elevadisimos.