Durante los últimos días crecieron las dudas entre millones de familias sobre la continuidad de la asistencia alimentaria en Estados Unidos. La reapertura parcial del gobierno federal reactivó varias operaciones esenciales, aunque muchos residentes aún no tienen claro cuándo volverán a ver sus ayudas reflejadas.
En Texas, la situación generó especial preocupación por el elevado número de personas que depende del programa para cubrir necesidades básicas. Los bancos de alimentos reportaron un aumento de la demanda y varias organizaciones advirtieron que miles de hogares estaban recurriendo a apoyos alternativos.
A partir de este fin de semana comenzará a restablecerse la entrega de beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria en el estado, según confirmó Feeding Texas a medios locales. La decisión se produjo después de que la Cámara de Representantes aprobara el proyecto de financiación y el presidente Donald Trump firmara la ley que permitió al Departamento de Agricultura de Estados Unidos emitir nuevas directrices.
Pagos podrían tardar hasta tres días
Celia Cole, directora ejecutiva de Feeding Texas, explicó que los depósitos podrían demorar hasta tres días en verse reflejados, aunque esperan que la mayoría de los hogares reciba los beneficios antes de ese plazo. Señaló que se trata de un alivio urgente para millones de personas que quedaron desprotegidas durante el cierre.
Los bancos de alimentos del norte del estado enfrentaron una presión creciente. Varias organizaciones reportaron operativos extraordinarios para cubrir las necesidades de trabajadores federales no remunerados y de familias que dependen regularmente del SNAP. En las dos primeras semanas de noviembre, alrededor de un millón y medio de beneficiarios no recibieron pagos o los vieron reducidos.
Aumento de la demanda en bancos de alimentos
Feeding Texas recordó que durante el cierre aumentó la llegada de personas necesitadas. La falta de ingresos y la reducción temporal de ayudas obligaron a muchas familias a buscar alternativas mientras esperaban una solución federal. Las organizaciones implementaron distribuciones especiales para compensar la caída de los beneficios.
Este comportamiento ya refleja el efecto acumulado de los retrasos, especialmente entre los hogares más vulnerables. La reactivación del SNAP aliviará parte de esa presión, aunque los bancos de alimentos advierten que la demanda podría mantenerse elevada durante varios días.
Familias celebran la reactivación del SNAP
Entre quienes esperan con urgencia la reactivación de los beneficios también está Luis Hernández, un trabajador del centro del estado que quedó sin ingresos estables durante las últimas semanas. Su empleo depende de turnos temporales que suelen asignarse a última hora, y el cierre del gobierno lo dejó en una situación especialmente frágil.
Durante el periodo sin pagos recurrió a una iglesia local que organiza entregas de alimentos dos veces por semana, y recibió apoyo puntual de vecinos que lo conocen desde hace años. Hernández explicó que trató de estirar cada dólar disponible para mantener abastecida la despensa, pero confesó que hubo días en los que solo pudo garantizar el desayuno o la cena.
Aseguró que la confirmación del restablecimiento del SNAP representa “un respiro indispensable” para él y para su esposa, quien permanece en casa cuidando a su madre de edad avanzada. Dijo que la familia podrá reorganizar gastos básicos y evitar nuevas deudas mientras el programa vuelva a operar con normalidad.
El restablecimiento de los pagos abre un respiro para millones de familias que dependen de esta asistencia para cubrir necesidades esenciales. Las organizaciones sociales prevén que la normalización completa se concrete en los próximos días.