Gobierno cubano reconoce el fracaso del programa de construcción de casas con contenedores marítimos. ¿Por qué? Más detalles de inmediato. El Gobierno cubano reconoció oficialmente el fracaso del programa de construcción de viviendas con contenedores marítimos, una iniciativa presentada como una solución “rápida y alternativa” para enfrentar el grave déficit habitacional del país.
La admisión llega en un momento crítico, marcado por el deterioro de la infraestructura tras el paso del huracán Melissa y una crisis que deja a miles de familias sin un techo seguro.
Según un comunicado publicado en la red social X, la administración admitió que, pese a liberar más de 1.700 contenedores marítimos, la falta de avance en la adaptación de estas estructuras ha paralizado el proyecto.
La lentitud en la extracción, transformación y adecuación de los contenedores ha sido señalada como una de las principales causas del estancamiento.
El primer ministro Manuel Marrero Cruz, quien presidió la reunión nacional donde se abordó el tema, también reconoció fallas en servicios esenciales como la recogida de basura, el alumbrado público, la atención a áreas verdes y los servicios funerarios.
Marrero admitió que “ha faltado control y exigencia” para garantizar el cumplimiento de las normativas y pidió mayor sensibilidad para responder a las necesidades de la población.
El fracaso de las llamadas casas contenedores supone un fuerte revés para el gobierno de Miguel Díaz-Canel, que había presentado el proyecto como una alternativa viable, económica y ecológica.
Sin embargo, menos de un año después de su lanzamiento, no existen resultados concretos ni avances significativos. En cambio, el deterioro habitacional continúa creciendo, especialmente en las provincias más afectadas por el huracán Melissa.
A esto se suma la escasez de materiales de construcción y los altos precios impuestos por el propio Estado, incluso a familias que lo han perdido todo. En lugar de facilitar recursos, el gobierno los vende y regula estrictamente, profundizando la crisis humanitaria.
Mientras tanto, miles de cubanos siguen viviendo en albergues temporales, estructuras improvisadas o viviendas en peligro de derrumbe. La falta de soluciones reales y la ineficiencia del plan de contenedores confirman, una vez más, el colapso de la política habitacional en Cuba.
