El Gobierno cubano amplió las limitaciones al uso de divisas depositadas por empresas extranjeras en bancos del país. La medida, confirmada por fuentes empresariales y diplomáticas, consolida el esquema aplicado desde inicios de año y agrava la preocupación sobre la disponibilidad real de fondos.
El anuncio llega en un momento de fuerte tensión financiera, con dificultades crecientes para transferencias, pagos y repatriaciones de capital.
Empresas extranjeras sin acceso a sus divisas anteriores
Según confirmaron fuentes consultadas por EFE, las compañías no podrán extraer ni enviar al exterior las divisas que ya tienen en cuentas bancarias cubanas. Esta restricción se aplica sin excepciones y corresponde a depósitos previos.
Paralelamente, las autoridades están promoviendo un nuevo tipo de cuentas denominadas “reales”. Estas cuentas deben alimentarse exclusivamente con divisas enviadas desde el extranjero.
A diferencia de las cuentas actuales, las “reales” sí permitirían transferencias internacionales y retiradas de efectivo, aunque varias empresas aseguran que incluso con este nuevo formato enfrentan trabas para disponer del dinero.
Un modelo ya probado y ahora generalizado
El mecanismo fue ensayado meses atrás con un grupo reducido de compañías. Ahora se extiende a todas las entidades extranjeras y forma parte del sistema de gestión y asignación de divisas recogido en el Programa de Gobierno para Corregir Distorsiones y Reimpulsar la Economía.
Algunas empresas recuerdan que este cambio se suma a otras decisiones recientes, como la obligación de pagar alquileres y salarios estatales en dólares, sin que se hayan garantizado soluciones para los flujos de divisas retenidos.
Embajadas también reciben un aviso similar
La Cancillería reunió al cuerpo diplomático para comunicar un esquema paralelo. Las representaciones extranjeras podrán extraer o transferir únicamente las divisas que ingresen después de una fecha que será anunciada próximamente.
Los fondos anteriores quedarán sujetos a disponibilidad, sin garantía de acceso inmediato. Este mecanismo pretende aliviar tensiones financieras, pero confirma las dificultades del sistema bancario estatal.
Una crisis que afecta a todos los sectores
Las restricciones se producen en un contexto marcado por la falta de liquidez, un déficit externo persistente y una tasa de cambio oficial de 24 pesos por dólar alejada del mercado informal, donde el billete verde ronda los 450 pesos.
La caída del turismo, el descenso de remesas y el desplome productivo afectan la entrada de divisas al país. Al mismo tiempo, Cuba importa alrededor del 80 por ciento de lo que consume, lo que presiona aún más el sistema financiero.
La crisis económica se ha prolongado por más de cinco años, con inflación, escasez de bienes básicos, apagones diarios y una creciente dolarización como rasgos constantes.
