Un mensaje más reciente de la agencia migratoria de Estados Unidos ha generado inquietud entre residentes legales y solicitantes de ciudadanía.
El comunicado afirmó que la política actual ya no hace una separación clara entre inmigración legal e ilegal, lo que amplía el margen de revisión para cualquier extranjero en el país.
La USCIS indicó que esta línea forma parte del rediseño migratorio adoptado este año, un cambio que endurece procesos considerados estables durante años y modifica la forma en que se evalúan permisos, residencias y solicitudes futuras.
Un cambio de tono que afecta incluso a quienes cumplen la ley
La frase del portavoz Matthew Tragesser marcó el giro: “La distinción entre inmigración legal e ilegal pierde sentido cuando ambas pueden destruir los cimientos de un país”.
Esta postura no solo apunta a quienes no tienen estatus, sino también a quienes dependen de renovaciones, permisos de trabajo o trámites de naturalización.
El mensaje coincide con un discurso institucional que considera que la presencia de extranjeros debe ajustarse a criterios más restrictivos para proteger el mercado laboral.
Esta narrativa respalda medidas que incrementan la supervisión sobre cualquier persona que solicite un beneficio migratorio, incluso con historial limpio.
Acciones aplicadas desde enero que amplían el escrutinio
Desde el inicio del año, la agencia implementó decisiones que hoy afectan de forma directa a inmigrantes legales. Entre las más relevantes se encuentran:
Cancelación de vías humanitarias, incluido el fin del parole para ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Detecciones y remisiones a otras agencias federales de personas con órdenes de expulsión o antecedentes pendientes, incluso durante entrevistas rutinarias.
Revisión de contenidos en redes sociales de solicitantes para determinar afinidad con principios considerados esenciales para el país.
Reanudación de verificaciones vecinales y laborales para aspirantes a la ciudadanía, un mecanismo que había caído en desuso desde los años noventa.
Evaluaciones adicionales para renovaciones de residencia y permisos de trabajo en sectores considerados sensibles.
Estas medidas consolidan un sistema más rígido que amplía la vigilancia incluso sobre quienes tienen estatus aprobado y vigente.
Menor margen de seguridad para residentes permanentes y solicitantes
Abogados de inmigración señalan que este enfoque puede derivar en revisiones retroactivas, retrasos prolongados y un aumento de rechazos por criterios que antes no se aplicaban.
Los residentes que pensaban avanzar hacia la ciudadanía podrían enfrentar entrevistas más largas, preguntas adicionales y verificación de actividades pasadas que antes no se examinaban con profundidad.
El nuevo modelo también provoca incertidumbre en personas con renovaciones próximas o con permisos dependientes de empleadores, quienes podrían ver cambios inesperados en los requisitos.
Comunidades más afectadas por las nuevas reglas
El fin de protecciones humanitarias afecta de manera directa a ciudadanos de los países incluidos en los últimos programas cancelados.
También están en riesgo quienes dependen de permisos temporales, trabajadores que cambian de empleo con frecuencia y familias con casos abiertos de reunificación.
En muchos hogares inmigrantes estadounidenses se percibe hoy una sensación de inseguridad renovada. La idea de que “si tengo estatus legal, estoy protegido” dejó de formar parte del panorama migratorio.
Lo que recomiendan los especialistas
Los expertos aconsejan mantener a mano todos los documentos relevantes, evitar contenidos sensibles en redes sociales, consultar antes de cualquier viaje extenso y buscar asesoría si existen dudas sobre la renovación de un beneficio.
El mensaje de la agencia deja claro que el sistema migratorio vive una etapa de endurecimiento.
Para miles de inmigrantes legales en Estados Unidos, los cambios obligan a extremar precauciones y a prepararse para un escenario menos predecible.
