El homenaje a una de las voces más queridas de la música latina vuelve a escena con una presentación única. La película documental “La Cuba mía” llegará al Koubek Center del Miami Dade College en una fecha muy cercana, en medio de un año marcado por tributos a Celia Cruz.
La función se realizará el 5 de diciembre a las 7:00 p.m., y promete una experiencia íntima con su director, Óscar Gómez, quien dialogará con el público tras la proyección.
El regreso de un testimonio artístico excepcional
El filme, dirigido por Gómez —escritor, compositor y productor musical cubano radicado en España— recupera un concierto celebrado en abril de 2001. En esa presentación, Celia Cruz volvió a encontrarse con Emilio Alberto Aragón, el recordado Miliki, con quien compartió escenarios y anécdotas desde los años cincuenta.
Según precisa el propio Gómez, “tiene un tremendo valor histórico”. El proyecto nació tras una conversación casual en Madrid, donde Celia y Miliki rememoraron músicos, escenarios y vivencias de la Cuba de aquella época. Esa chispa inspiró el documental.
Un concierto espontáneo que paralizó la Calle 8
El espectáculo se montó en plena Pequeña Habana, entre la Calle 8 y la Avenida 15, en el tramo que conecta el Parque del Dominó con el histórico Teatro Tower. No hubo anuncios previos. La producción comenzó a las dos de la madrugada y los curiosos se acercaron desde temprano, hasta que la filmación inició con una multitud inesperada.
“Imagínense Miami, con Celia Cruz y Chirino, gratis, en la calle, abierto para todo el mundo”, recuerda Gómez.
En el escenario participaron figuras icónicas de la música cubana como Willy Chirino, Albita Rodríguez, Donato Poveda y Alain Pérez, acompañados por una orquesta integrada por destacados músicos.
Memorias de una Habana vibrante
El documental intercala las actuaciones con conversaciones llenas de nostalgia. Celia y Miliki evocan la radio, los teatros, los comercios y la intensidad cultural de La Habana de mediados del siglo pasado. Hablan del café previo a cada show, de las “galleticas preparadas” y de los míticos sándwiches cubanos.
También se incluyen improvisaciones musicales que recuerdan las legendarias “descargas” habaneras. Para Gómez, el corazón del documental está en esas emociones: “Creo que es de los pocos documentales que tienen corazón, porque hay momentos de risa y emoción”.
La mirada de Carlos Alberto Montaner
El intelectual cubano aparece en la obra para contextualizar la importancia de la música en la historia de la isla. Explica que La Habana, Nueva Orleans y Bahía fueron los tres puertos por donde “entró África y la música al mundo”, una herencia dolorosa pero decisiva para el surgimiento del jazz, la música brasilera y la cubana.
También describe el ambiente sonoro de la capital cubana: vitrolas, orquestas, bares y una vida musical omnipresente que marcó los años cincuenta, una etapa que define como el mayor momento de “imperialismo musical” de Cuba.
Un encuentro irrepetible
“La Cuba mía” funciona como un puente entre generaciones y como un viaje por la memoria colectiva de la música cubana. Las confesiones, el humor y las imágenes del concierto al aire libre se unen en una obra que celebra a Celia Cruz y al talento que convirtió a La Habana en un referente cultural universal.
La entrada es gratuita, pero requiere reservación previa en el sitio del Miami Film Festival.