En medio del creciente interés por importar vehículos a Cuba, cada vez más ciudadanos buscan información clara sobre los precios, los modelos disponibles y los trámites que intervienen en este proceso.
El tema sigue siendo sensible por el costo total, la complejidad burocrática y la limitación de opciones en el mercado nacional. Por eso las vías autorizadas para gestionar la compra en el exterior han ganado atención en los últimos meses.
En este contexto, los autos de gasolina continúan siendo la opción más solicitada, tanto por la disponibilidad de repuestos como por la familiaridad técnica de los mecánicos cubanos. Los precios varían según la marca, el modelo y los servicios incluidos en el proceso de importación, que va desde la compra en fábrica hasta la nacionalización en Cuba.
Qué incluye el precio cuando se importa un vehículo
Los costos de importación no se limitan al valor del coche. Incluyen varias etapas que comienzan en el país de origen y terminan cuando el auto queda listo para circular en Cuba. La compra suele realizarse directamente en fábrica o en distribuidores oficiales. Esto permite asegurar una revisión previa antes del embarque.
El precio también cubre el transporte del vehículo hasta el puerto de salida. Incluye la documentación para exportación, el trincaje dentro del contenedor y el seguro marítimo durante el trayecto hacia Mariel. Una vez en Cuba, se ejecutan los procesos legales con la importadora estatal. Además, la nacionalización del vehículo y la inspección técnica se realizan al momento de la descarga.
Después de la entrega en puerto, el auto pasa a un taller donde se revisan niveles, presiones, limpieza técnica y puesta en marcha. Todo este ciclo es parte del costo real que enfrentan los cubanos que optan por traer un coche desde el exterior.

Modelos y precios disponibles para importación
Las opciones actuales abarcan modelos compactos, sedanes, SUV y pick-ups. Los precios parten desde 14500 euros en los autos de gasolina más económicos.
Carros compactos
Suzuki Alto (desde 14500 euros)
Suzuki Celerio (desde 15950 euros)
Suzuki S-Presso (desde 15500 euros)
Suzuki Swift (desde 18500 euros)
Carros sedán
Changan EADO (desde 19950 euros)
Suzuki Dzire (desde 19950 euros)
Suzuki Baleno (desde 20500 euros)
Suzuki Ciaz (desde 21500 euros)
Toyota Belta (desde 21950 euros)
Carros SUV
Changan Ounuo S (desde 16950 euros)
Changan Oushang X5 (desde 22950 euros)
Suzuki Ertiga (desde 23500 euros)
Suzuki Fronx (desde 25500 euros)
Toyota Sienna (desde 53500 euros)
Camionetas y pick-ups
Changan F70 (desde 23950 euros)
Changan Landlord (desde 26950 euros)
Changan Hunter (desde 37500 euros)
Toyota Tundra (desde 72500 euros)
Toyota LC 79 Single Cabin (desde 49500 euros)
Para ver el listado completo vea el siguiente artículo: Lista completa de artículos en venta y sus precios

Un proceso largo, pero cada vez más utilizado
Pese a los costos elevados, esta vía ha permitido que más cubanos accedan a vehículos nuevos. Este escenario contrasta con la limitada oferta de autos en venta dentro del país. Las personas interesadas suelen investigar durante semanas antes de iniciar el proceso. La magnitud de la inversión y los tiempos de entrega influyen en esta práctica.
El interés sigue creciendo porque, a pesar de las restricciones económicas y la burocracia estatal, importar un vehículo continúa siendo una alternativa más estable que el mercado interno, donde los precios son todavía más altos y la disponibilidad es mínima.
Para iniciar la compra, los interesados deben contactar a la entidad autorizada que gestionará la importación y solicitar el listado actualizado de modelos disponibles. El proceso comienza con la selección del vehículo y la firma de los contratos requeridos para tramitar la operación ante la importadora estatal. Una vez efectuado el pago inicial, se activa la compra en el país de origen, se organiza el envío y se coordina la documentación necesaria hasta la llegada del auto a Mariel.
El comprador debe mantenerse informado durante cada etapa, ya que la importación, la nacionalización y la entrega final dependen de plazos que pueden variar según la disponibilidad logística y las gestiones internas dentro de Cuba.
