Unión Eléctrica de Cuba avisa: “sin el fin del bloqueo, no habrá estabilidad energética”

La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) señaló esta semana que la causa estructural de la actual inestabilidad del sistema eléctrico es la falta de acceso a financiamiento internacional, atribuida a las restricciones bancarias y sanciones asociadas al “bloqueo”. 

Según la entidad, esta política dificulta la adquisición de combustible, piezas de repuesto y servicios técnicos especializados, lo que agudiza el deterioro acumulado de las centrales. La empresa sostiene que, aunque se avanza en soluciones nacionales —como el uso de renovables y reparaciones con recursos propios—, sin divisas suficientes no es posible garantizar una estabilidad sostenida. Su mensaje fue conciso: “sin divisas no hay combustible, no hay mantenimiento, no hay modernización; sin fin del bloqueo financiero, no habrá estabilidad energética permanente”.

Cansados del viejo lema, los cubanos expresaron su inconformidad en la nota. El usuario D. Alonso afirmó que durante años no se priorizó el mantenimiento y que ahora se recurre al “bloqueo” como justificación. A. Noriega señaló que, aun siendo reales las sanciones, estas no desaparecerán, y la población teme vivir en crisis permanente. A. Llaguno criticó que culpar solo al bloqueo deja fuera la falta de planificación y errores de gestión. En la misma línea, T. Hernández insistió en que Cuba lleva décadas bajo sanciones, pero que nunca se había vivido una situación de precariedad tan severa. 

Créditos, medidas tardías y muchas interrogantes

Mientras aumenta el malestar de la población, también crecen las preguntas sobre el manejo de los recursos destinados al sector energético. En los últimos años, Cuba obtuvo financiamientos de países aliados para modernizar su infraestructura, como los créditos chinos destinados a proyectos solares y la rehabilitación parcial de la Termoeléctrica de Mariel, o los acuerdos con Rusia para suministrar piezas a la CTE Guiteras y realizar mejoras en la CTE Máximo Gómez. A pesar de estas inversiones, el sistema continúa en crisis, lo que ha llevado a muchos cubanos dentro y fuera del país a cuestionar en qué se emplearon realmente esos fondos y por qué no se observa un impacto real en la disponibilidad de generación.

A estos cuestionamientos se añaden dudas sobre decisiones económicas adoptadas en el peor momento posible. La eliminación del CUC en plena crisis pospandemia —cuando el turismo estaba en mínimos históricos y el país carecía de reservas — suele compararse con la decisión de acometer reparaciones integrales tardías justo cuando faltan combustible, piezas y liquidez. No pocos cubanos advierten que ambas decisiones comparten un patrón: se ejecutan cuando el país se encuentra en su punto más crítico, por lo que se amplifican sus propios efectos negativos.

También se recuerda que durante el deshielo con Estados Unidos, entre 2014 y 2017, Cuba experimentó un aumento del turismo, una expansión del sector privado y un mayor flujo de divisas. Muchos se preguntan por qué ese contexto favorable no se aprovechó para fortalecer el sistema eléctrico, diversificar fuentes de ingresos o crear reservas estratégicas.

Las dudas alcanzan asimismo a otros ingresos nacionales, como los provenientes de misiones médicas y deportivas, que durante años generaron montos considerables. A ello se suma que millones de cubanos dependen hoy de familiares en el exterior para alimentación, medicinas y gastos básicos, por lo que crece la interrogante sobre cuáles son las prioridades reales de gasto del Estado.

 

LEA TAMBIÉN:
Malas noticias: La Felton vuelve a salir del sistema eléctrico horas después de sincronizar

Deja un comentario