Una nueva medida añadirá un costo inesperado a miles de pasajeros que no cumplan con un requisito específico al llegar a los controles de seguridad.
El cambio no ha sido ampliamente difundido, pero ya tiene fecha de aplicación. Muchos viajeros podrían enfrentarse a pagos extra y retrasos sin saberlo, incluso cuando se trate de vuelos internos y trayectos cortos.
Sin embargo, existe una alternativa legal, económica y poco conocida que permite evitar ese cobro y agilizar el paso por el aeropuerto.
Una tarifa que entrará en vigor en 2026
A partir del 1 de febrero de 2026, los pasajeros que no presenten una identificación válida bajo el estándar REAL ID deberán pagar una tarifa de 45 dólares para poder volar.
El pago será obligatorio para quienes no dispongan de un documento aceptado en los puntos de control de seguridad. En esos casos, la autoridad aeroportuaria activará un sistema alternativo de verificación de identidad.
Ese sistema permite confirmar la identidad del viajero durante un periodo limitado de diez días, pero implica más controles y posibles demoras antes del embarque.
El documento que evita el pago
El propio Gobierno ha recordado que existe un documento oficial que permite viajar sin pagar la nueva tarifa. Se trata de la tarjeta de pasaporte, válida para vuelos nacionales.
Tanto la tarjeta de pasaporte como el pasaporte tradicional cumplen con los requisitos exigidos en los controles de seguridad. Presentar cualquiera de ellos elimina la necesidad de pagar los 45 dólares.
Eso sí, la tarjeta de pasaporte no sirve para vuelos internacionales. Para ese tipo de viajes sigue siendo obligatorio el pasaporte de libro.
¿Por qué se aplica esta medida?
La decisión forma parte de la aplicación definitiva de la Ley REAL ID, en vigor desde mayo de 2025. El objetivo oficial es reforzar la verificación de identidad en aeropuertos.
Según la Administración de Seguridad en el Transporte, la mayoría de los viajeros ya utiliza documentos válidos. Aun así, el sistema busca cubrir los casos en los que no se pueda comprobar la identidad con los métodos habituales.
Las autoridades sostienen que contar con un documento adecuado reduce retrasos y evita pérdidas de vuelos, sobre todo en terminales con alto volumen de pasajeros.
Otras identificaciones aceptadas
Además de la tarjeta de pasaporte, existen otros documentos que permiten evitar la tarifa. Entre ellos figuran el pasaporte de Estados Unidos, la tarjeta de residencia permanente y los permisos de trabajo vigentes.
También se aceptan credenciales de programas de viajeros confiables del Departamento de Seguridad Nacional y pasaportes emitidos por gobiernos extranjeros.
La lista puede modificarse sin previo aviso, por lo que se recomienda revisar los requisitos antes de viajar.
Ventajas prácticas de la tarjeta de pasaporte
La tarjeta de pasaporte tiene una validez de diez años para adultos y cinco para menores de dieciséis. Su precio es más bajo que el del pasaporte tradicional y su renovación resulta mucho más económica.
Su formato plástico, similar a una licencia de conducir, facilita llevarla en la billetera. Además, permite cruces terrestres y marítimos con países vecinos y viajes en crucero.
Para muchos viajeros, este documento se perfila como la forma más sencilla de evitar pagos innecesarios, controles adicionales y contratiempos antes de abordar un vuelo nacional.
