La reconversión de contenedores marítimos en viviendas ya comenzó en La Habana como parte de una estrategia estatal para aliviar el déficit habitacional. El programa avanza en la capital con módulos que no serán entregados de forma gratuita y cuyo costo dependerá de los materiales empleados y el nivel de terminación.
Las primeras adaptaciones se realizan en Guanabacoa, donde se trabaja con contenedores de último uso destinados luego a distintos municipios habaneros. La iniciativa forma parte del Programa de la Vivienda del Ministerio de la Construcción y se ejecuta en un contexto marcado por la escasez de materiales y las limitaciones productivas del sector.
Cómo se acondicionan los contenedores
Cada unidad cuenta con una superficie aproximada de 29 metros cuadrados. En su interior se habilitan áreas para sala, cocina comedor, baño y dos habitaciones.
Las labores incluyen la instalación de marcos de puertas y ventanas, pintura anticorrosiva exterior y revestimientos interiores para mejorar las condiciones básicas de uso. También se realizan trabajos eléctricos y se emplean paneles de plywood como solución constructiva principal en el interior.
Según explicó Delilah Díaz Fernández, directora del Programa de la Vivienda, estos inmuebles se asignarán a trabajadores vinculados a parques solares fotovoltaicos, personas afectadas por derrumbes totales y núcleos familiares en situación de vulnerabilidad. La selección y entrega se realizará a través de los gobiernos locales y las direcciones provinciales y municipales de Vivienda.
Viviendas financiadas por el Estado, pero no gratuitas
Aunque el financiamiento inicial proviene del Presupuesto del Estado, las viviendas no se entregarán sin costo. Los beneficiarios deberán asumir un pago bancario, cuyo monto será variable.
El importe final dependerá de los materiales utilizados, las condiciones del módulo y el nivel de terminación alcanzado. Esta modalidad sigue el esquema aplicado en otros programas habitacionales estatales, donde la vivienda se adjudica mediante créditos gestionados por el sistema bancario.
Ritmo de ejecución y limitaciones técnicas
En la Unidad Empresarial de Base Producciones Metálicas, los trabajadores avanzan en la terminación de las primeras 35 viviendas, previstas para el reparto La Solita, en el municipio Arroyo Naranjo.
Juan Reyes, carpintero de la entidad, aseguró que los equipos mantienen jornadas continuas para cumplir los plazos iniciales. Sin embargo, Oscar Díaz Díaz, segundo jefe de producción, reconoció que la falta de combustible y las interrupciones eléctricas han ralentizado algunas etapas del proceso.
Experiencias similares fuera de Cuba
La conversión de contenedores en viviendas se ha utilizado en países como Chile, México, Brasil, Estados Unidos y Países Bajos. En esos contextos, estos módulos han servido como alojamientos temporales, residencias estudiantiles o soluciones rápidas tras desastres naturales.
En la mayoría de los casos, el modelo incluye un alto nivel de aislamiento térmico, sistemas de ventilación adecuados y climatización permanente, elementos clave para garantizar condiciones aceptables de vida.
Condiciones climáticas y habitabilidad en la isla
En Cuba, las altas temperaturas, la humedad constante y la fuerte radiación solar influyen directamente en el comportamiento térmico de estas estructuras metálicas. Sin una ventilación eficiente o sistemas de climatización, el interior puede calentarse con rapidez durante gran parte del año.
Hasta el momento, no se han detallado públicamente las soluciones específicas que se aplicarán para mitigar estos efectos, ni cómo se garantizará el suministro eléctrico en un escenario de apagones prolongados.
Las autoridades señalan que estas viviendas formarán parte de esquemas urbanos más amplios y sostenibles, como alternativa ante la escasez de materiales y el elevado costo de la construcción tradicional.