La Casa Blanca mantiene sobre la mesa el proósito de enviar pagos directos de 2000 dólares por persona, financiados con la recaudación de aranceles. Sin embargo, todo indica que esos cheques no llegarían antes de 2026.
La propuesta forma parte de la agenda económica impulsada por el presidente Donald Trump y busca aliviar el costo de vida de millones de familias. Por ahora, el plan sigue sin un calendario concreto y depende de decisiones que aún no se han tomado.
Los cheques deberán seguir esperando
La administración reconoce que los pagos no pueden aprobarse de manera inmediata. Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, confirmó que la medida requiere una ley específica del Congreso.
El Ejecutivo no puede ordenar estos desembolsos por decreto. Para que el dinero llegue a los ciudadanos, el Congreso debe autorizar al Departamento del Tesoro a convertir los ingresos arancelarios en pagos directos.
Según adelantó Hassett, el presidente presentará una propuesta formal al Congreso en el nuevo año. Hasta entonces, no habrá cheques ni fechas definitivas.
El Congreso tiene la última palabra
El principal obstáculo del plan es legislativo. La iniciativa obliga a modificar el código tributario, algo que solo puede hacerse con el aval del Congreso de Estados Unidos.
La Casa Blanca ha defendido que los aranceles generan ingresos suficientes y que estos fondos pueden redistribuirse. Aun así, varios legisladores y economistas alertan sobre el impacto fiscal de una medida de ese tamaño.
Sin una ley aprobada, el proyecto queda en pausa, aunque Trump insiste en mantenerlo como una promesa central de su política económica.
¿Quiénes podrían recibir los 2000 dólares?
Aunque no existe un diseño final, la administración ha delineado el perfil de los posibles beneficiarios. El enfoque está puesto en familias trabajadoras y sectores de ingresos bajos y medios.
El límite de ingresos se situaría en menos de 100000 dólares anuales por hogar. El pago sería de al menos 2000 dólares por persona elegible.
El financiamiento saldría exclusivamente de la recaudación por aranceles, una política que el presidente defiende como incentivo para la manufactura nacional.
Las dudas sobre el presupuesto
Hassett aseguró que las cifras recientes respaldan el plan. Estados Unidos ha registrado trimestres con crecimiento económico cercano al 4 por ciento y varios meses con superávit fiscal.
Además, el déficit federal se habría reducido en unos 600000 millones de dólares frente al año anterior. Trump sostiene que estos datos permiten pensar en cheques de reembolso a mediados de 2026.
Aun así, los cálculos de centros independientes generan preocupación. El Laboratorio de Presupuesto de Yale estima que un pago único de 2000 dólares para personas con ingresos inferiores a 100000 dólares costaría alrededor de 450000 millones de dólares.
Según esas proyecciones, los aranceles generarían unos 240000 millones de dólares en 2026, una cifra inferior al costo total de los pagos.
Advertencias de expertos
Otros análisis, como los de la Tax Foundation, sitúan el costo entre 279800 millones y 606800 millones de dólares. En todos los escenarios, el impacto sería un aumento del déficit federal.
Los expertos recuerdan que los hogares ya han asumido el costo de los aranceles. Entre febrero y noviembre de 2025, estos gravámenes habrían supuesto un gasto medio de 1197 dólares con 50 centavos por hogar.
Para algunos economistas, la eliminación de los aranceles sería una vía más directa para aliviar la presión sobre los precios. Por ahora, el plan de los cheques sigue abierto, pero sin una ruta clara.