El plan ya está sobre la mesa y está generando reacciones políticas. La idea apunta a poner un pago directo en manos de millones de personas, usando como argumento los ingresos por aranceles.
En las últimas semanas se han sumado voces dentro del propio Gobierno que hablan de “rebates” o devoluciones, aunque el paso clave dependería del Congreso.
Un “dividendo arancelario” de 2000 dólares para 2026
Donald Trump planteó en redes sociales la posibilidad de un “dividendo arancelario” financiado con lo recaudado por aranceles. En ese mensaje lanzó una frase que marcó el tono del debate: “¡Quienes están en contra de los aranceles son unos necios!”.
La propuesta, tal como se ha explicado en medios, se enfocaría en la mayoría de la población, con la exclusión de los hogares de rentas altas. La cifra que se ha repetido en las declaraciones públicas es de 2000 dólares por persona.
¿Quién decide si realmente habrá pagos en 2026?
El punto central es que nada de esto se activa solo con una intención política. La distribución de dinero, o cualquier mecanismo parecido, tendría que pasar por el Congreso y encajar en un presupuesto federal que aún no está aprobado.
Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, dijo que espera que Trump respalde una legislación para enviar cheques, pero dejó claro que el desenlace depende de lo que aprueben los legisladores. En la misma línea, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, reconoció que no había hablado con Trump sobre ese “dividendo”, aunque sí mencionó que el concepto podría tomar distintas formas, como recortes o cambios fiscales.
Los números detrás de la promesa
Con una población cercana a 340 millones de habitantes, y con estimaciones que colocan a cerca del 19% en hogares de renta alta, el cálculo más repetido es que alrededor del 80% podría ser elegible si se mantiene el filtro por ingresos.
El costo, en ese escenario, se mediría en cientos de miles de millones de dólares. Y aparece en un momento en que el Gobierno también enfrenta el peso del servicio de la deuda, que ya consume una parte creciente del presupuesto.
Proyectos alternativos y el choque dentro del Partido Republicano
En paralelo, hay propuestas que no llegan a 2000 dólares. El senador Josh Hawley presentó un proyecto que habla de 600 dólares por adulto y pagos por dependientes, con un total que podría subir si la recaudación por aranceles supera ciertas proyecciones.
En la Cámara de Representantes, Tim Burchett impulsó otra vía: usar los ingresos por aranceles para aumentar la deducción estándar y empujar a más contribuyentes a tramos impositivos más bajos. Ese enfoque se parece más a lo que Bessent ha sugerido en público: que el “dividendo” termine siendo una rebaja fiscal y no un cheque idéntico para todos.
Por ahora, el mensaje real es este: hay intención política, hay borradores y hay presión mediática, pero todavía no existe una fecha oficial ni una ley aprobada que garantice pagos de 2000 dólares en 2026.