Las autoridades sanitarias advierten de la necesidad de tomar medidas higiénicas ante el aumenta del virus en Estados Unidos desde el cierre de diciembre.
La actividad de la gripe se ha elevado de forma notable en gran parte de Estados Unidos durante los últimos días.
Los datos oficiales confirman un repunte rápido, con más contagios, más ingresos hospitalarios y un aumento sostenido de la circulación del virus.
Las autoridades sanitarias advierten que la temporada aún se encuentra en una fase temprana.
Por ello, no descartan que los indicadores sigan creciendo durante las próximas semanas, especialmente tras los desplazamientos y reuniones propias de fin de año.
Crecimiento acelerado de los contagios
La mayoría de los estados registra niveles altos o muy altos de actividad gripal.
Entre los más afectados se encuentran Colorado, Louisiana, Nueva Jersey, Nueva York y Carolina del Sur, según los sistemas de vigilancia sanitaria.
Los indicadores muestran un incremento simultáneo en varios frentes. Suben las pruebas positivas de laboratorio, las consultas ambulatorias por síntomas respiratorios, las hospitalizaciones y también la mortalidad asociada a la gripe.
Un sistema de seguimiento hospitalario refleja que los ingresos se duplicaron en solo una semana. Más de 19000 personas fueron hospitalizadas recientemente, frente a unas 9900 de la semana anterior.
Balance provisional de la temporada
Las estimaciones oficiales apuntan a al menos 7500000 casos de gripe en lo que va de temporada. A ello se suman 81000 hospitalizaciones y 3100 muertes asociadas a la enfermedad.
Entre los fallecidos se contabilizan al menos 8 menores de edad. Las autoridades subrayan que estos datos corresponden a cifras preliminares y podrían ajustarse en futuras actualizaciones.
Desde los organismos de salud insisten en que, por ahora, los indicadores de gravedad general se mantienen bajos. Sin embargo, se espera que la actividad de la influenza continúe durante varias semanas más.
La variante dominante y la llamada “super gripe”
La mayoría de los casos detectados corresponde a virus de influenza A H3N2. Los análisis genéticos indican que un subclado reciente, conocido como K, está detrás de la gran mayoría de los contagios.
Esta variante ya había provocado un alto número de casos en otras regiones del mundo. Por ese motivo, ha recibido el apodo popular de “super gripe”.
“El aumento apenas está comenzando, y es difícil prever cómo se desarrollará la temporada”, afirmó el doctor Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota. “Lo que estamos viendo en este momento es una escalada muy rápida de los casos”.
Osterholm señaló además que se trata de una cepa distinta a las de años anteriores. Según explicó, “sin duda desafía nuestra inmunidad previa, en términos de protección”.
Vacunas disponibles y baja cobertura
La variante predominante no fue incluida de forma específica en las vacunas de esta temporada. Fue identificada después de que se definieran las cepas a incorporar. Aun así, las formulaciones actuales contienen virus relacionados y, a nivel global, están mostrando una respuesta aceptable frente a este subclado.
Las recomendaciones sanitarias siguen siendo claras. Todas las personas a partir de los 6 meses de edad deberían vacunarse cada temporada. Sin embargo, la cobertura continúa a la baja.
Hasta el momento se han distribuido 130 millones de dosis, unas 13 millones menos que en el mismo punto del año pasado. Para finales de noviembre, solo el 17 por ciento de los niños y el 23 por ciento de los adultos habían recibido la vacuna.
“No es demasiado tarde para vacunarse”, insistió Osterholm. “No garantiza que no vayas a enfermarte, pero reduce de forma importante el riesgo de cuadros graves o muerte”.