Los vecinos del municipio Bartolomé Masó, en Granma, amanecieron con una insospechada noticia. Resulta que desde hoy recibirán el pan de la libreta cada dos días. ¿La causa? No es otra que la escasez de harina de trigo para elaborar el imprescindible alimento. Los residentes en ese territorio oriental de la Isla no han dejado de denunciar esta decisión a través de las redes sociales. Se trata de una notable afectación para todos los grupos etarios. Aunque los más afectados, sin dudas, serán los niños y ancianos. El aviso, tal cual, se mostró en la puerta de una bodega granmense, a partir de entonces, se generaron múltiples comentarios.

Una variante de adquirir pan por estos días en Granma y en el resto del país es comprar en los centros particulares. Claro, los precios son exorbitantes. Por ejemplo, un pan de caña, suave, puede costar hasta $120.00 CUP. 

Descontento a flor de piel

Los internautas que han mostrado su descontento respecto al tema han reiterado que sin ese pan habrá niños que asistan a la escuela sin desayunar. “Se acabó el pan diario de los pobladores del municipio Bartolomé Masó en la provincia Granma. Ahora solo lo tendrán tras un día por el medio”, comentó el usuario identificado como Hermes Yasell-CubaFace en Facebook.

Las inconformidades crecen cada día más. Persisten aristas como la pésima calidad del pan, el bajo gramaje del mismo, etc. Otros consumidores recuerdan que ese mismo pan subió 20 veces su valor tras el reordenamiento y cada día está peor. 

En busca de alternativas a la desesperada, la Cadena Cubana del Pan ha concretado convenios con varias Mipymes. De esa manera, la forma de gestión privada asume y aporta la materia prima y las panaderías estatales elaboran el alimento. 

En la capital del país ya inició la producción de pan con un 40% de sémola de trigo duro. Este se obtiene moliendo su endospermo, o sea los nutrientes que rodean las semillas.