Cuba pierde 927 megavatios por falta de combustible en medio del recorte petrolero regional

En las últimas semanas se han multiplicado los reportes sobre apagones prolongados en buena parte del país, en un escenario donde las interrupciones comenzaron a sentirse incluso en zonas que antes se mantenían más estables.

Los vecinos describen jornadas marcadas por cortes inesperados, con horarios que cambian sin previo aviso y con afectaciones que se extienden durante toda la noche en muchas localidades. Este deterioro ocurre en un contexto regional complejo y bajo una presión creciente sobre la demanda interna.

A partir de datos marítimos y documentos citados por la agencia Reuters, se confirmó que las importaciones de crudo y combustibles de Cuba cayeron más de un tercio entre enero y octubre de 2025 en comparación con igual período del año anterior. La reducción proviene principalmente de los dos aliados energéticos más importantes de la isla: México y Venezuela, cuyas limitaciones de producción han disminuido de forma notable la frecuencia y el volumen de sus envíos.

Descenso severo de los suministros desde México y Venezuela

Las cifras revelan que los envíos de petróleo desde México descendieron a unos 5 mil barriles por día, una caída del 73 por ciento en relación con los 18 mil 800 barriles reportados en 2024. Esa baja impacta directamente en la disponibilidad de crudo ligero, indispensable para las refinerías cubanas.

Desde Venezuela, otro aliado clave, la reducción fue cercana al 15 por ciento, situándose en 27 mil 400 barriles por día. La disminución afecta sobre todo al fuel oil, esencial para la generación eléctrica. En total, las importaciones desde todos los países se contrajeron un 35 por ciento, quedando en torno a 45 mil 400 barriles por día.

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Ese retroceso coincide con problemas internos en ambos países productores. La petrolera estatal mexicana Pemex sufrió una caída de casi un 9 por ciento en su producción hasta alcanzar 1.63 millones de barriles diarios. Venezuela, por su parte, enfrenta cambios en el escenario de sanciones internacionales, lo cual ha obligado a redirigir volúmenes hacia el consumo interno y ha limitado las exportaciones hacia Cuba.

Escasez de combustible golpea a la generación eléctrica

La reducción de suministros se refleja de forma directa en el último parte de la Unión Eléctrica (UNE). Según ese informe, se encuentran fuera de servicio por falta de combustible 91 centrales de generación distribuida con 767 megavatios, además de 85 megavatios de la central Fuel Oil Mariel y otros 75 megavatios que no están disponibles por déficit de lubricantes. El total indisponible asciende a 927 megavatios, casi un tercio de la demanda nacional.

Este nivel de afectación explica que en La Habana ya se registren apagones superiores a nueve horas diarias, algo poco habitual en la capital. En provincias del interior, algunas zonas reciben solo entre dos y cuatro horas de electricidad al día, lo que limita el trabajo en centros estatales, paraliza actividades privadas y afecta servicios básicos.

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Un escenario sin alternativas inmediatas

La caída de los envíos desde México y Venezuela ocurre mientras Rusia mantiene solo dos cargamentos de crudo Urales en lo que va de año, sin variaciones respecto a 2024. La insuficiencia de buques para transportar petróleo hacia Cuba también complica los flujos y limita la capacidad de reacción.

La combinación de baja disponibilidad, infraestructura envejecida y daños provocados por el huracán Melissa ha configurado una tormenta perfecta para el sistema eléctrico nacional.

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