La Unión Eléctrica informó este 27 de agosto que las afectaciones al servicio eléctrico seguirán en todo el país. El pronóstico para hoy vuelve a situar el déficit cerca de los 1800 MW, confirmando que los apagones continúan como parte de la rutina diaria de millones de cubanos.
Balance del 26 de agosto
En la jornada de ayer la máxima afectación alcanzó los 1746 MW a las 22:00 horas, coincidiendo con la hora de mayor demanda. El valor fue superior al previsto debido a la salida inesperada de la unidad 8 de la CTE Mariel y a un consumo mayor al calculado.
La generación solar, que ahora cuenta con 26 parques fotovoltaicos conectados, aportó 2949 MWh con un pico de 562 MW al mediodía. Este aporte, aunque importante, solo cubre parcialmente las horas diurnas y no logra compensar el déficit nocturno.
Pronóstico para el 27 de agosto
Para este miércoles, la UNE calcula una disponibilidad de 2080 MW frente a una demanda máxima de 3780 MW en el horario pico. Esto representa un déficit de 1720 MW y una afectación estimada de 1790 MW.
La cifra equivale al 47% de la demanda nacional sin cubrir, lo que en la práctica significa que casi la mitad del país volverá a quedar sin electricidad durante las horas de mayor consumo.
Principales incidencias
El SEN arrastra averías en la unidad 3 y la unidad 6 de la CTE Renté, además de la unidad 2 de Felton.
Siguen bajo mantenimiento la unidad 2 de Santa Cruz, la unidad 4 de Céspedes en Cienfuegos y la unidad 5 de Renté.
Las limitaciones térmicas afectan otros 427 MW, mientras que 38 centrales de generación distribuida permanecen fuera de servicio por falta de combustible, lo que representa 140 MW menos de disponibilidad.
Aunque se prevé la entrada de 80 MW en motores distribuidos, también se anuncia la salida de 100 MW en el emplazamiento Fuel Mariel por trabajos planificados, lo que anula cualquier posible alivio.
Una crisis que no da respiro
En los últimos diez días el déficit ha oscilado entre 1590 y 1869 MW, un rango que confirma la estabilidad de la crisis en niveles críticos.
Para la población, esto se traduce en cortes continuos, pérdida de alimentos, noches de calor insoportable y la incertidumbre de no saber cuándo habrá electricidad. Mientras tanto, las cifras oficiales muestran que los parques solares mitigan el déficit al mediodía, pero no logran detener una crisis que sigue extendiéndose sin solución visible.
