Entre cifras, explicaciones y llamados al orden cambiario, surgió una idea que no pasó desapercibida para analistas y ciudadanos en la Mesa Redonda.
Las autoridades hablaron de medidas necesarias “ahora”, pero también de pasos que, según dijeron, prepararían el terreno para un cambio futuro. El mensaje dejó más dudas que certezas.
Dolarización parcial aceptada como medida temporal
El ministro de Economía explicó que, dadas las condiciones actuales, el país necesita avanzar hacia una dolarización parcial. Afirmó que esta decisión responde al contexto económico, a la falta de acceso al sistema financiero internacional y a las presiones externas que afectan las operaciones internas.
La dolarización parcial, según su intervención, permitiría reimpulsar sectores productivos y facilitar encadenamientos entre actores económicos que hoy trabajan con tasas de cambio muy diferentes. Señaló que existen distorsiones profundas cuando una empresa estatal opera a 24, otra a 120 y otros segmentos lo hacen a valores superiores.
Esa coexistencia de tres tipos de cambio, dijo, hace inviables muchas producciones. También encarece exportaciones y provoca que los costos se disparen antes de llegar al mercado.
La promesa de una futura desdolarización
A la par del reconocimiento de la dolarización parcial, el ministro aseguró que se trabaja en condiciones para una futura desdolarización. Explicó que la nueva norma de gestión, control y asignación de divisas pretende ordenar las transacciones y crear un entorno más estable.
No especificó plazos ni mecanismos concretos. Tampoco explicó cómo se sostendría ese proceso sin reservas suficientes o sin un sistema cambiario unificado. La declaración se limitó a señalar que el país aspira a un momento en el que la economía pueda funcionar con menos dependencia de divisas.
El ministro insistió en que la dolarización actual existe de hecho, pero carece de orden y coherencia. Aseguró que el propósito es convertirla en una herramienta temporal dentro del programa de estabilización macroeconómica.
Convertibilidad del peso como meta a largo plazo
Las autoridades reiteraron la intención de “rescatar” el espacio del peso cubano en el mercado cambiario. Hablaron de avanzar hacia la convertibilidad, aunque no ofrecieron detalles sobre cómo se lograría en un entorno de inflación, baja producción y falta de liquidez.
La ausencia de explicaciones concretas alimentó la percepción de incertidumbre. Mientras tanto, la población opera diariamente con precios altos, pagos en divisa y un mercado paralelo que continúa marcando la referencia real del valor de cada moneda.
