En las tardes lluviosas de La Habana, un grupo de jóvenes repite un arriesgado juego que pone en peligro su vida y la de terceros: engancharse a la parte trasera de camiones y otros vehículos en movimiento.
La escena, captada recientemente en la intersección de 100 y 51 hasta llegar a 114 y 51, se ha vuelto habitual para vecinos y conductores.
Una práctica que se repite cada día
Testigos aseguran que esta situación no es nueva. “Esto sucede todas las tardes, sobre todo cuando llueve. Ya uno sabe que en esa zona siempre están esperando un vehículo para engancharse”, comentó un residente que prefirió no ser identificado.
Frank V., conductor afectado, relató su experiencia:
“Esto fue en el horario de la tarde en 100 y 51. A mí también se me engancharon y le dieron golpes al carro. No podía parar, iba con una señora mayor y una niña de 7 años. Intenté llamar a la policía pero nada”.
Reacciones de preocupación
Las imágenes muestran a adolescentes y jóvenes, algunos descalzos y otros sin camisa, colgándose del vehículo mientras circula por calles mojadas y resbaladizas. “Qué peligro”, comentó María E., mientras otros usuarios en redes criticaron la inacción policial. “Futuro garantizado, gobierno sin moral, policía solo para reprimir, eso es lo que sucede en Cuba”, opinó Adita C.
Conductores advierten que la combinación de lluvia, poca visibilidad y la imprudencia de estos jóvenes puede terminar en tragedia.
Además de exponerse a caídas graves, podrían provocar accidentes con otros autos o poner en riesgo a peatones.
Falta de control en la zona
Vecinos denuncian que, a pesar de la frecuencia del problema, no se ha visto presencia policial que logre detener estas acciones. La preocupación crece entre quienes transitan a diario por este tramo, conscientes de que cualquier tarde lluviosa puede convertirse en escenario de un accidente.