Empresas, universidades y abogados seguían el caso con atención, sin tener claro hasta dónde llegaría el alcance de la medida.
La resolución llegó en las últimas horas y despeja una de las mayores incógnitas. La decisión no solo afecta a un tipo específico de visa, sino a un sector estratégico de la economía estadounidense.
La decisión judicial que desbloquea la medida
Una jueza federal autorizó al gobierno de Donald Trump a aplicar la tarifa de 100 mil dólares a un visado de trabajo clave para el sector tecnológico. El fallo fue emitido el martes en Washington y da respaldo legal a una de las medidas migratorias más controvertidas anunciadas en 2025.
La jueza de distrito Beryl Howell concluyó, en una opinión de 56 páginas, que el presidente tiene “amplia autoridad legal” para intervenir cuando considera que existe un problema de seguridad económica y nacional. Según el dictamen, la política cumple con los requisitos legales y puede ejecutarse sin infringir la ley.
“La decisión y su aplicación son legales y, por tanto, resisten a los recursos de los demandantes”, escribió la magistrada en su resolución.
¿A qué visa se aplica la tarifa?
La tarifa afecta directamente a las visas H-1B, utilizadas por trabajadores extranjeros altamente calificados. Este visado permite a profesionales como ingenieros, científicos y programadores trabajar en Estados Unidos bajo patrocinio de empresas o instituciones académicas.
Trump anunció la medida en septiembre, argumentando que el sistema H-1B ha sido usado para sustituir a trabajadores estadounidenses por extranjeros dispuestos a aceptar salarios más bajos. La nueva tasa se suma a los costos ya existentes para solicitar este tipo de visa.
Estados Unidos concede cada año 85 mil visas H-1B mediante un sistema de sorteo. Aproximadamente tres cuartas partes de los beneficiarios provienen de India. El permiso se otorga inicialmente por tres años y puede extenderse hasta un máximo de seis.
Impacto en empresas y universidades
Aunque validó la legalidad de la tarifa, la jueza reconoció que la medida podría “infligir un daño significativo a las empresas estadounidenses y a las instituciones de educación superior”. Cuando se anunció, las compañías recibieron apenas 36 horas de aviso antes de su entrada en vigor.
Ese corto margen generó confusión operativa y financiera, especialmente en el sector tecnológico, donde muchas contrataciones dependen de estos visados. Silicon Valley ha sido uno de los principales usuarios del programa H-1B durante décadas.
Empresarios tecnológicos, entre ellos Elon Musk, advirtieron que limitar este tipo de visas puede agravar la escasez de talento especializado. Según estos actores, el mercado laboral local no cubre todas las vacantes críticas del sector.
Demandas y procesos aún abiertos
La Cámara de Comercio de Estados Unidos y la Asociación de Universidades Estadounidenses presentaron una demanda contra la tarifa. Ambas organizaciones sostienen que los titulares de visas H-1B aportan de forma decisiva a la productividad, la prosperidad y la innovación del país.
Aunque este fallo permite aplicar la tasa de 100 mil dólares, al menos dos acciones legales adicionales siguen en curso. El debate judicial y político sobre el futuro del programa H-1B está lejos de cerrarse.
