La presa La Yaya en Guantánamo alcanza su capacidad máxima y vierte por sexta vez en cincuenta años

El reciente paso del huracán Melissa ha dejado un panorama mixto en el oriente cubano. Mientras los fuertes vientos y lluvias provocaron daños en infraestructuras y cultivos, también trajeron alivio a los embalses que sufrían una prolongada sequía.

En la provincia de Guantánamo, la presa La Yaya, principal reservorio de agua del territorio, se convirtió en símbolo de ese contraste. Después de más de una década sin alcanzar su capacidad total, el embalse volvió a verter sus aguas, un suceso poco frecuente que solo ha ocurrido en contadas ocasiones desde su inauguración.

Según informó el medio Escambray, La Yaya superó los 160 millones de metros cúbicos de capacidad de diseño tras las intensas precipitaciones asociadas al huracán Melissa. Este comportamiento hidrológico no se registraba desde 2012, última ocasión en que el embalse llegó a su límite y rebosó por el aliviadero.

Un llenado histórico tras años de sequía

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), antes de la llegada del fenómeno meteorológico la presa se encontraba en su volumen muerto, con apenas el 7 por ciento de su capacidad. Sin embargo, las lluvias previas a Melissa elevaron el nivel de almacenamiento hasta más de 41 millones de metros cúbicos, y entre los días 28 y 29 de octubre el embalse comenzó a verter al recibir más de 118 millones de litros adicionales.

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El ingeniero Gerardo Fernández, antiguo especialista del proyecto y hoy considerado su cronista, recordó que La Yaya fue inaugurada en 1975 y solo ha vertido seis veces en medio siglo. Esos episodios ocurrieron en 1998, 2005, 2008, 2011, 2012 y ahora en 2025, todos en meses de intensas lluvias tropicales.

Impacto y características del embalse

El embalse, que abastece de agua a gran parte del territorio guantanamero, tiene una cuenca de 555 kilómetros cuadrados. Cuando alcanza su punto máximo, las aguas cubren un área de 1540 hectáreas. Entre sus principales tributarios se encuentran los ríos Guantánamo, Río Frío y Sierra Canasta, además de corrientes menores como el Pavial y Santa Rita.

El vertimiento actual beneficia a las reservas hídricas de la región, pero también demanda vigilancia técnica. Especialistas del INRH han destacado la importancia de mantener el control de los volúmenes para evitar afectaciones aguas abajo, sobre todo en zonas agrícolas y poblados cercanos.

Significado ambiental y previsiones futuras

Este evento refuerza el papel de los fenómenos meteorológicos en la recuperación de los recursos hídricos en el oriente cubano. Aun así, los expertos insisten en que depender exclusivamente de los ciclones o huracanes no es sostenible. Las estrategias actuales del sector hidráulico incluyen la modernización de sistemas de riego, la limpieza de cauces y el manejo responsable de los embalses.

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