El robo había dejado fuera de servicio al laboratorio de Microbiología del Hospital Clínico Quirúrgico Diez de Octubre, uno de los más importantes del país. Durante casi un mes, los técnicos no pudieron conservar muestras ni reactivos, y los pacientes quedaron a la espera de análisis que nunca llegaron.
Ahora, los equipos están de vuelta. Pero las preguntas quedan abiertas.
La PNR entrega los equipos recuperados
Cuatro refrigeradores, un aire acondicionado y una computadora fueron devueltos este viernes por la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) a la dirección del hospital, conocido popularmente como La Dependienta. Según confirmó la propia institución, los equipos habían sido sustraídos del laboratorio de Microbiología. Un grupo de delincuentes, que también destruyeron muestras y reactivos esenciales, fue responsable del robo.
En el acto de entrega, la doctora Yanet Cristóbal Morales, directora del centro, agradeció el rápido accionar de las fuerzas del Ministerio del Interior y la colaboración de los vecinos. “No solo robaron los equipos, también dañaron la instalación y afectaron el trabajo de todo el personal”, declaró.
Un robo con impacto directo en la atención médica
El laboratorio permaneció cerrado durante semanas porque no existían condiciones para almacenar las muestras. Según explicó la directiva, el servicio afectado era de alta demanda. Además, un personal mantenía resultados estables pese a las carencias materiales.
El robo de los equipos no solo representó una pérdida económica, sino un golpe a la ya debilitada infraestructura hospitalaria. En plena crisis de suministros, la pérdida de un refrigerador puede significar repetición de decenas de análisis. También, medicamentos y reactivos pueden echarse a perder.
Cuatro detenidos y más pesquisas en curso
De acuerdo con la subteniente Rebeca Rodríguez Almarales, investigadora de la PNR del Cerro, la investigación comenzó tras una denuncia ciudadana. En el domicilio de uno de los implicados se halló uno de los equipos robados. A partir de ahí, se detuvo a otros tres participantes.
Los agentes lograron recuperar todos los objetos sustraídos, pero continúan las pesquisas por otros robos anteriores en el mismo hospital y en el Salvador Allende, conocido como La Covadonga.
Una señal de alarma en el sistema de salud
Aunque la recuperación de los equipos fue celebrada, el suceso revela una realidad más profunda. La inseguridad que enfrentan las instituciones médicas cubanas es grave. La falta de recursos, la escasa vigilancia y la precariedad del personal de guardia abren espacio a hechos delictivos cada vez más frecuentes.
En hospitales donde faltan antibióticos, guantes o reactivos básicos, perder los pocos equipos existentes es mucho más que un robo: es una herida directa al sistema de salud pública.