La salida imprevista de una de las principales unidades termoeléctricas del país provocó un aumento inmediato del déficit de generación eléctrica en Cuba este 25 de diciembre de 2025. La incidencia ocurrió en un momento ya marcado por una elevada afectación al servicio.
Según la información oficial, el Sistema Electroenergético Nacional enfrentaba desde horas tempranas una situación crítica, con altos niveles de demanda y baja disponibilidad de generación.
Una avería inesperada en plena jornada
La Unión Eléctrica confirmó la salida imprevista de la Unidad 3 de la Central Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, debido a un disparo en el nivel de 6 kilovoltios. La desconexión se produjo de forma súbita y redujo aún más la capacidad real de generación del sistema.
Antes de este evento, la planificación oficial ya reconocía un escenario complejo. Para el horario nocturno se había estimado una disponibilidad de 1365 megavatios frente a una demanda de 3300 megavatios, lo que implicaba un déficit de 1935 megavatios y una afectación prevista de 1965 megavatios.
Con la salida de la unidad, las cifras reales quedaron por debajo de lo pronosticado, ampliando la brecha entre oferta y consumo.
Datos del sistema antes del pico nocturno
En el parte publicado para la jornada, la Unión Eléctrica había informado que, en el estado actual del sistema, la disponibilidad era de 1245 megavatios, mientras que la demanda alcanzaba los 2100 megavatios. La afectación en ese momento se situaba en 750 megavatios.
Para el mediodía se había previsto una afectación de 1400 megavatios, lo que anticipaba un deterioro progresivo del servicio a lo largo del día, incluso antes del pico nocturno.
La salida imprevista de la unidad en Cienfuegos terminó de confirmar que los apagones serían más extensos y prolongados de lo anunciado inicialmente.
Reacciones ciudadanas ante el nuevo apagón
El anuncio generó una avalancha de reacciones en redes sociales. Muchos usuarios expresaron cansancio y frustración por la repetición constante de averías y salidas de unidades, especialmente en fechas festivas.
Algunos comentarios ironizaron sobre la coincidencia de las roturas con el cierre de año. Otros cuestionaron la estabilidad de la Unidad 3, señalando que con frecuencia se encuentra fuera de servicio. También se repitieron críticas por la falta de mejoras visibles, aun cuando se anuncian ajustes salariales o estímulos para el sector eléctrico.
Vecinos de zonas como La Lisa, en La Habana, denunciaron cortes continuos durante la jornada, con breves restablecimientos seguidos de nuevas interrupciones por déficit de emergencia.
Un cierre de año marcado por la inestabilidad eléctrica
La nueva salida imprevista refuerza la percepción ciudadana de un sistema incapaz de sostener la demanda, incluso con varias unidades en operación. Con déficits que superan los 1900 megavatios, el margen de maniobra es mínimo y cualquier avería tiene un impacto inmediato a escala nacional.
Mientras no se logre estabilizar la generación base y asegurar combustible suficiente, los apagones continuarán siendo parte cotidiana de la vida en Cuba, incluso en fechas tradicionalmente asociadas al descanso y la celebración.
