La tensión en el Caribe volvió a crecer durante las últimas horas tras declaraciones que aumentaron la expectativa internacional. El tema genera preocupación en varias capitales, aunque todavía no existe claridad sobre cuál será el rumbo inmediato.
El ambiente político en Estados Unidos también influyó en este escenario, marcado por reuniones privadas y movimientos de alto nivel dentro del Gobierno. Mientras tanto, la región observa con atención los próximos pasos de Washington ante la crisis venezolana.
A partir del viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que ya decidió su actuación futura respecto a Venezuela. Lo anunció a bordo del Air Force One durante su viaje hacia Florida, según reportaron Bloomberg, The Washington Post y otros medios estadounidenses. El mandatario declaró que no podía divulgar la medida que adoptará ni el alcance de esa acción. Aseguró, sin embargo, que su Gobierno ha logrado avances en la interceptación de narcotráfico vinculado a rutas que atraviesan el Caribe.
Reuniones recientes y opciones planteadas
Las declaraciones ocurrieron tras dos días consecutivos de reuniones en la Casa Blanca. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Dan Caine, presentaron varias alternativas militares. Según The Washington Post, algunas incluían ataques terrestres o aéreos contra infraestructuras vinculadas a grupos que Washington clasifica como narcoterroristas. También participaron asesores de inteligencia, aunque la directora nacional, Tulsi Gabbard, estuvo de viaje. El secretario de Estado, Marco Rubio, se encontraba en Canadá por la cumbre del G7.
CNN señaló que la variedad de escenarios incluye operaciones limitadas y acciones más directas contra el entorno militar de Nicolás Maduro. Un funcionario citado por ese diario dijo que Trump mantiene una estrategia de ambigüedad estratégica para evitar filtraciones o anticipos de movimientos.
Operación militar y presencia inédita en el Caribe
El despliegue naval y aéreo responde a la llamada Operación Lanza del Sur, anunciada por el secretario Hegseth. Incluye al portaaviones Gerald R. Ford, unidades anfibias, destructores y un submarino de ataque. También se encuentran en la zona tropas de operaciones especiales y aviones F-35 en Puerto Rico. Diversos medios, como CNN, coinciden en que la cifra total de efectivos supera los 15 mil, el mayor número en décadas.
Desde septiembre se han registrado más de veinte ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental. CNN reportó al menos 80 muertos en estas acciones. Organizaciones de derechos humanos y Naciones Unidas cuestionaron su legalidad, mientras Associated Press indicó que varias víctimas del primer ataque eran pescadores venezolanos.
Respuesta del Gobierno venezolano
Caracas respondió con un discurso de alerta frente al despliegue estadounidense. Nicolás Maduro llamó al pueblo de Estados Unidos a impedir una escalada militar. Ordenó ejercicios defensivos en casi todo el territorio y declaró que su país pasaría a una fase de lucha armada si se producía un ataque. Además, denunció supuestos incidentes con embarcaciones pesqueras.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, afirmó que las operaciones de Estados Unidos representan una guerra no declarada. Las autoridades venezolanas movilizaron tropas, milicianos y cuerpos policiales como parte del Plan Independencia 200.
Escenario político y posibles consecuencias regionales
La estrategia de Trump se enmarca en las recientes designaciones del Tren de Aragua y el Cártel de los Soles como organizaciones terroristas. Sin embargo, varios expertos citados por medios como CNN y NBC News advierten que un ataque dirigido a derrocar a Maduro podría desencadenar un vacío de poder y una nueva ola de inestabilidad regional. También señalan que este tipo de operación contradice las promesas del presidente de evitar conflictos prolongados en el extranjero.
Por ahora, Trump mantiene en secreto la acción que adoptará. Pero el movimiento militar y las discusiones de alto nivel muestran que se acerca un momento decisivo.
Units from Gerald R. Ford Carrier Strike Group and a USAF B-52 operate as a joint, multi-domain force, Nov. 13, to support of the U.S. SOUTHCOM mission, Dept. of War-directed operations, and the President’s priorities to disrupt illicit drug trafficking and protect the homeland. pic.twitter.com/Viy4xa1NmY
— USNAVSO_4THFLT (@NAVSOUS4THFLT) November 14, 2025
