El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su gobierno destruyó recientemente una “gran instalación” vinculada, según sus palabras, al narcotráfico relacionado con Venezuela. La afirmación se produjo sin ofrecer datos concretos sobre el lugar exacto ni sobre quién ejecutó la operación.
Las declaraciones, realizadas en distintos momentos durante el fin de semana, han elevado la tensión entre Washington y Caracas. Hasta ahora, el Gobierno venezolano no ha confirmado ni desmentido oficialmente que se haya producido un ataque en su territorio.
Declaraciones sin detalles claros
Trump hizo la primera referencia durante una entrevista radial en Nueva York. Allí afirmó que la instalación destruida era un punto desde donde “salen los barcos”, y añadió que la operación ocurrió “hace dos noches”. No ofreció pruebas ni precisiones adicionales.
Días después, el propio mandatario volvió sobre el tema ante la prensa. En esa ocasión habló de “una gran explosión en el área del muelle donde cargan los barcos con drogas” y aseguró que esa zona “ya no existe”.
Consultado directamente sobre si la operación fue ejecutada por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos o por otra agencia, Trump evitó responder. Se limitó a decir que conoce quién estuvo detrás, pero que no piensa revelarlo.
Posible cambio de fase en la estrategia
Si se confirma, el ataque marcaría un punto de inflexión en la campaña impulsada por Washington contra Venezuela. Hasta ahora, las acciones se habían concentrado en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico oriental, con la destrucción de decenas de embarcaciones que Estados Unidos vincula al tráfico de drogas.
Funcionarios estadounidenses citados por medios internacionales han señalado que el objetivo habría sido una instalación relacionada con la producción o logística del narcotráfico. Sin embargo, tampoco aportaron información verificable sobre la localización ni sobre los daños causados.
Durante las últimas semanas, Trump había advertido públicamente que los ataques podrían extenderse “por tierra” si Venezuela no modificaba su comportamiento. Sus nuevas declaraciones parecen apuntar a que esa fase ya habría comenzado.
Silencio oficial en Caracas
Hasta el momento, el Gobierno de Nicolás Maduro no se ha pronunciado sobre un posible ataque a una instalación portuaria o industrial. Tampoco se han difundido imágenes, reportes locales o denuncias formales que confirmen una explosión de gran magnitud en zonas costeras venezolanas.
En contraste, las autoridades venezolanas han reiterado en foros internacionales que Estados Unidos impulsa una escalada con fines políticos. Maduro ha insistido en que existe una “guerra psicológica” contra su país y ha acusado a Washington de buscar un cambio de régimen y el control de los recursos energéticos.
Un contexto de máxima tensión
Las declaraciones de Trump se producen en medio de un endurecimiento general de la política estadounidense hacia Venezuela. En las últimas semanas se han anunciado sanciones más severas, la intercepción de petroleros con crudo venezolano y un despliegue naval reforzado en el Caribe.
Washington sostiene que estas medidas buscan privar al Gobierno venezolano de recursos vinculados al narcotráfico. Caracas rechaza esas acusaciones y afirma que se trata de una estrategia de presión y extorsión económica.
Mientras no se confirmen datos oficiales sobre el supuesto ataque, el anuncio de Trump añade incertidumbre a una relación bilateral ya marcada por amenazas, sanciones y un clima de confrontación constante.
