México necesita importar diésel de Estados Unidos mientras envía el de mala calidad a Cuba, aseguran investigaciones de medios desde el territorio azteca. Pese a las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre un supuesto excedente de diésel en México, los datos oficiales de Petróleos Mexicanos (Pemex) demuestran lo contrario: el país continúa importando cerca de 200 mil barriles diarios de este combustible desde Estados Unidos para satisfacer la demanda interna.
De acuerdo con cifras de Pemex, la producción nacional de diésel ha alcanzado su nivel más alto desde 2016 gracias al funcionamiento de la Refinería Olmeca, pero esto no ha sido suficiente para cubrir el consumo nacional. En consecuencia, México depende todavía en más del 50% del diésel extranjero.
El analista energético Ramsés Pech explicó que, aunque Pemex ha aumentado su producción, buena parte del diésel generado no cumple con la Norma Oficial Mexicana NOM-016-CRE, que exige un contenido máximo de azufre de 15 mg/kg.
Este incumplimiento impide que dicho combustible se distribuya en el mercado nacional, por lo que se destina a otros usos o incluso se exporta.
“Si México envía diésel a Cuba, se trata del de baja calidad que sólo puede emplearse en sistemas eléctricos”, aseguró Pech.
Por su parte, Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, señaló que el gobierno federal ha invertido en rehabilitar refinerías y activar plantas de ultra bajo azufre.
No obstante, la calidad del crudo mexicano, más pesado y con alto contenido de azufre, dificulta alcanzar los estándares internacionales. Además, Pemex no ha transparentado los volúmenes exactos de diésel o petróleo crudo enviados a Cuba, lo que genera dudas sobre la gestión energética.
El diésel es un insumo esencial para el transporte de carga, el sector agrícola y la generación de energía eléctrica. Mientras México continúe dependiendo de la importación para cubrir su demanda, resulta difícil sostener la idea de un “excedente” en la producción nacional.
